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Hacia una sociedad de conocimiento

Marta Granés, licenciada en Estudios de Asia Oriental, profesora de CETR
Artículo para la Revista Alternativas -Revista de análisis y reflexión teológica– nº 29 Enero-Junio 2005.
Ed. Lascasiana. Managua.
revista.alternativas@gmail.com

Este escrito va a versar sobre los trazos característicos de la sociedad llamada de conocimiento o de innovación continua y sobre las consecuencias que su implantación conlleva respecto al trabajo. No debe entenderse como una prospectiva social sino más bien un intento de análisis de lo que está pasando.

Caracterización de la sociedad de conocimiento.
Llamamos sociedad de conocimiento a aquella cuyos sistemas de producción dependen directamente de la ciencia y la tecnología lo que quiere decir que sobrevive a través de la producción de conocimientos.

La sociedad de conocimiento vive pues de la innovación, del cambio está en continuo movimiento. Las innovaciones que produce serán primariamente científicas y tecnológicas pero afectan al tipo de trabajo, a la organización de los grupos, consecuentemente repercutirán como cambios en el modelo axiológico y todo ello acabará por afectar a la sociedad. Ello es así por el hecho que las transformaciones científicas y tecnológicas acarrean cambios en las concepciones, valoraciones del hombre, de la sociedad , la religión.

Una de las mayores mutaciones que se está dando en el sistema productivo y que desencadena los mayores cambios es el paso de la producción de bienes a la producción de conocimientos en ciencias y tecnologías. Se está pasando de de la producción de bienes que satisfagan nuestras necesidades a producir conocimientos y tecnologías que sean capaces de hacerse cargo de la satisfacción de nuestras necesidades. Así en el futuro la riqueza de las naciones dependerá de la información, del saber, de la inteligencia. La sociedad tendera a estar toda ella orientada a la producción de conocimientos. La riqueza en el futuro se va a centrar en el saber y tiene en al informática su principal tecnología.

Pasemos a ver las repercusiones encadenadas que conlleva el hecho de que la fuente de riqueza de estas sociedades sea la creación de conocimientos.

  • La creación de conocimientos va íntimamente ligada a la creación de tecnologías. Sin nueva tecnología no se puede desarrollar nueva ciencia y a la vez ésta da origen a nueva tecnología. Ambos campos se repercuten mutuamente, se retroalimentan.
  • Para crear nuevos conocimientos en ciencia hará falta un alto grado de comunicación, información entre los miembros del equipo investigador. Lo que indica que se precisará de un estudio en profundidad sobre la estructura y comunicación más adecuada para que los miembros d’un equipo colaboren adecuadamente.
  • El equipo investigador precisará estructurar adecuadamente la colaboración entre sus miembros para facilitar la investigación. Y esa colaboración deberá basarse en un acuerdo en las pretensiones comunes, en los objetivos. Para ello deberá establecerse un marco de valores desde los que se construirán finalidades. Y serán esas finalidades creadas y establecidas de mutuo acuerdo las que asegurarán fluidez en información y colaboración.
  • Cada equipo que inicie una investigación deberá establecer el tipo de organización y de finalidades adecuada a su cometido.

Resumiendo la innovación científica va unida a la tecnológica y ambas comportan transformación en la organización del trabajo para que se pueda generar la comunicación necesaria que ha de posibilitar la creación de nuevos conocimientos. Este cambio en la organización del trabajo causa modificaciones en las relaciones laborales y por tanto se transforman las sociedades.

Así si se producen transformaciones en las organizaciones y en las sociedades deberemos atender a los cambios axiológicos y de finalidades que se dan en ellas para comprender las transformaciones que tarde o temprano van a extenderse al resto de la sociedad. Estudiándolos se observa que una de las grandes diferencias de las sociedades de conocimiento con las anteriores se encuentra en la no inmovilidad de los sistemas de valores. Mientras en las anteriores se consideraba y mantenía el sistema de valores intocable en las sociedades que viven de innovar se ven abocadas a tener que innovar también en el sistema de valores.

Vemos pues que toda sociedad que viva de la creación de conocimientos se verá forzada a producirlos en cuatro órdenes: científico, tecnológico, organizativo y también axiológico.

Otra característica de las sociedades de conocimiento es la toma de conciencia que las ciencias y tecnologías proporcionan la posibilidad de intervención en el conjunto de sistemas físicos y biológicos pero no nos proporcionan principios, normas orientaciones para saber qué tenemos que hacer con nosotros mismos, con la vida y la tierra. Es decir que por primera vez en la historia los hombres nos encontramos de manera desnuda con que el futuro de nuestras sociedades y la del planeta debemos decidirlo nosotros. Ni la ciencia ni la tecnología nos dirán como y por otra parte la sociedad de innovación se ha tenido que desprender de creencias que habían cumplido hasta entonces el papel de orientador axiológico.

Los hombres habíamos creído desde siempre que teníamos un sistema de valores y finalidades dado por Dios o por la naturaleza. Un sistema objetivo que era una naturaleza desde donde hacer ciencia y tecnología por eso no se nos planteaban los problemas del “por qué”, del “para qué” y del “hacia dónde” del hacer ciencia y tecnología. Ahora que somos conscientes del poder que la ciencia y la tecnología han puesto en nuestras manos también sabemos que somos nosotros mismos quienes nos tenemos que crear nuestro propio sistema de valores. Ahora se nos hace todo menos obvio, más oscuro y más problemático. No hay una naturaleza que nos proporcione una base sólida de finalidades porque nuestra naturaleza de hombres es establecernos nosotros mismos nuestras propias finalidades. Nuestra naturaleza es decidir por nosotros mimos nuestro propio destino, nada ni nadie nos evita o nos mitiga esa responsabilidad.

Estas sociedades deberán crear sistemas de valores y finalidades desde el seno de unos sistemas y unos criterios siempre en continuo cambio. A sí los problemas que plantean la ciencia y la tecnología no pueden solucionarse con un regreso al pasado, a situaciones, organizaciones, valores y finalidades de sociedades estáticas. La solución pasa por construir más ciencia y más tecnología incluyendo el ámbito de las ciencia sociales y humanas con cuya ayuda deberemos diseñar el futuro.

Consecuencias de la implantación de la sociedad de innovación sobre la organización social

Empezaremos este apartado con la caracterización de los grupos de innovación.
En los grupos creadores de ciencia y tecnología debe haber una gran interdependencia debido a la complejidad y amplitud de esas ciencias y tecnologías junto con los máximos niveles de creatividad lo cual solo podrá ocurrir si se dan máximos niveles de libertad y responsabilidad en todos los miembros del grupo.

Esa creatividad individual y colectiva exige una decisión política colegida y excluye que unos se beneficien a costa de otros.

Una sociedad compuesta por individuos y grupos creativos en la que cada uno de ellos tiene su proyecto y realización, deberá conseguir para un buen funcionamiento del conjunto que todos colaboren y tiendan a armonizarse en una globalidad. Es pues una sociedad con diversidad de centros en todos sus ámbitos.

El alto grado de comunicación, colaboración e interdependencia que se requiere en las sociedades que viven de innovar requiere un planteamiento social y político voluntario a todos sus niveles lo que conlleva la tendencia a excluir todo dominio de unos sobre otros.

Puesto que esta sociedad vive de innovar y ello conlleva cambios continuos en valoración y organización se verá en la necesidad de formular postulados acerca de la organización, de la política y de los valores axiológicos. Esos postulados deberán ser una orientación para las nuevas creaciones. En esta nueva situación cada acción requiere un proyecto pues de lo contrario carecería de orientación y por ello caótica.

Así pues nuestra sociedad se ha visto abocada a tener que abandonar la comodidad y seguridad del no tener que plantearse objetivos y finalidades para cada acción propio de las sociedades estáticas. En estas Dios ha establecido lo que se debe hacer bien directamente, bien a través de lo que la naturaleza de las cosas.

Consecuencias para la certeza
Los grupos que se ven forzados a aprender continuamente, se ven obligados a adaptarse continuamente a nuevos problemas, nuevas perspectivas, y nuevas soluciones. Tienen que aprender continuamente y deprisa.

Ese cambio que afecta a todos los órdenes de la vida acarrea tener que vivir sólo en las certezas que uno mismo o el grupo crean. La certeza de nuestros conocimientos y de nuestras finalidades colectivas surge únicamente del valor de los propios proyectos.

Para la sociedad de innovación la certeza tiene que ser, a la vez y necesariamente, libertad y responsabilidad, no sólo para cada individuo sino también para los grupos que crean y consumen cambio y conocimiento.

La certeza en la construcción de nuestro destino no puede ya basarse en la certificación del pasado sino en que su base sea la libertad y la responsabilidad. La certeza se genera a partir del conocimiento adquirido y de la calidad de este, y estos últimos conducen a una mayor libertad. La certeza que se crea del conocimiento no causa fijación ni sujeción sino libertad de ella misma.

La conciencia de estar construyendo estructuras, verdades, orientaciones sin partir de ninguna verdad incuestionable, libera de la atadura a la propia construcción. Las construcciones en las sociedades de conocimiento se fundamentan en los postulados que hemos podido generar con nuestros conocimientos actuales y que por tanto serán reformulados con toda seguridad tarde o temprano. Aquí vemos otra diferencia respecto a las sociedades estáticas pues en estas las verdades, las formas, estructuras , organizaciones llegan a los hombres por revelación o descubrimiento de la naturaleza de las cosas. Y todo lo revelado o desvelado desde la naturaleza de las cosas somete a los individuos y grupos.

En la medida que las creaciones no sometan y dejen libres a los individuos y grupos será garantía de que se han construido desde la conciencia plena de ser solo una construcción.

La certeza en las sociedades de innovación aparece ligada al conocimiento, si este está en continuo cambio ella no debe convertirse en algo que fije la marcha de la sociedad y del saber sino que lo dinamice.

La certeza ahora deberá ser móvil a diferencia de la certeza que provenía de una revelación, propia de la vieja concepción de la ciencia y de las antiguas y venerables formas de la religión que causaba fijación y sumisión. Quien considera que se le “revelan” verdades, formas, estructuras, organizaciones queda sometido a ellas. Mientras que quien se sabe “construyendo” verdades, formas, estructuras, organizaciones es libre de esas verdades que concretó y de esas formas , estructuras que construyó y consigue una certeza que crece en la misma medida en que origina la no sumisión y la libertad de creación.

Consecuencias en la gestión de la diversidad y la pluralidad
Esa misma libertad respecto a nuestras construcciones hará factible gestionar la diversidad y la pluralidad, una diversidad y pluralidad que no harán más que crecer fomentada por el mismo proceso de creación.

La sociedad que vive de crear conocimientos se fundamenta en la creatividad, y esta genera individuos y grupos desestandarizados , individualizados por tanto ya no puede ser homogénea y uniforme. En ella habrá proyectos diversos, organizaciones diferentes, con pluralidad de intereses y finalidades.

Aceptando que el conocimiento hoy no puede ser fijado puesto que vivimos de innovar podría caber la posibilidad de poder fijar valores e interpretaciones germinales de la realidad que esos valores conllevan. Pero la historia del siglo XX nos advierte que eso ha sido la raíz de las crueles guerras vividas en él. Cuando las ideologías se convierten en dogmas a los que hay que someterse se tornan un fracaso y un peligro insoportable para una sociedad con ciencia y tecnología fuerte. Toda ideología-dogma ha causado muerte y destrucción en todos los continentes.

Si la ciencia y la tecnología se combinan con la fijación ideológica el resultado es que aquellas se ponen al servicio de esta. Y toda fijación ideológica significa una dogmatización y por tanto sometimiento de la sociedad lo que se lleva a término con la ayuda del conocimiento y tecnología creciente, especialmente con la tecnología de la comunicación.

Así pues el peligro en las sociedades de innovación no es el crecimiento en ciencia y tecnología sino lo que hagamos con ellas, es decir de los valores axiológicos que se establezcan. Este es un riesgo del que la sociedad no se ha tomado verdadera conciencia. Lo demuestra el hecho que las ciencias humanas han quedado relegadas a un segundo o tercer nivel y ello ha conducido a que no hayan crecido al mismo nivel que las otras ciencias. Para la creación del cuerpo axiológico precisamos de unas ciencias sociales que estén a la altura del potencial de las otras ciencias y de la tecnología.

Consecuencias respecto al dominio del conocimiento
El problema capital de las sociedades de conocimiento no es ni el científico ni el técnico sino el axiológico, el moral, el de los proyectos y finalidades colectivas porque el problema capital en las sociedades de crecimiento continuado y acelerado de las ciencias y tecnologías es el de dominar el dominio.

La sociedad de conocimiento concibe la inteligencia como la capacidad de un tipo de vivientes, los humanos, para adaptarse al entorno, como organismo y como grupo simbiótico.

La inteligencia es un invento biológico y una función biológica que capacita a todo grupo de vivientes para organizar estímulos y respuestas, para asimilar e integrar estímulos y actuaciones. Es un invento que capacita para modificar el propio sistema de concepciones, valoraciones, organización y actuación para así mejor adaptarse a los cambios que se producen en el medio o para adaptarse mejor a los cambios que la misma actuación origina.

Así la cultura a través de la cual el grupo humano interpreta, valora y organiza es un producto de la inteligencia, es un producto biológico. Si es una función biológica deberá ser valorada, concebida y actualizada desde paradigmas que tengan explícitamente en cuenta esa dimensión biológica.

El conocimiento, la cultura es la creación biológica de unos vivientes simbióticos y es una creación para vivir. Así los paradigmas de interpretación del conocimiento nos deben remitir a sus condiciones biológicas, sociales, temporales y espaciales.

El conocimiento generado en las sociedades de innovación ya no es el simple reflejo de las leyes de la naturaleza sino que es algo que nos remite al conjunto de las condiciones biológicas, antropológicas y sociales generales y fundamentales en las que se apoyan y se mueven los paradigmas de conocimiento.

Todo conocimiento está enraizado en la totalidad de las condiciones humanas, incluso y especialmente en las condiciones de su animalidad; las teorías científicas son como los icebergs , tienen una enorme parte no científica sumergida.

Incluso el saber aparentemente más abstracto y más formalizado lleva en su seno historia, política, opciones axiológicas y éticas e incluso religión. Los desarrollos científicos y tecnológicos por un lado y los sociales por otro son interactivos.

La ciencia determina los desarrollos de la técnica, ésta los de la industria , la industria mediatiza las formaciones sociales; pero a su vez, la sociedad y sus pretensiones industriales orientan los desarrollos de la tecnología y de las mismas ciencias.

Las ciencias y sus posibilidades tecnológicas posibilitan el desarrollo de un tipo de sociedad y de un tipo de civilización que, por su parte, orienta la creación de teorías y tecnologías. Las ciencias y las tecnologías se han convertido en una institución tan poderosa que todo lo altera y modifica, pero esa misma institución poderosa está a su vez dirigida y controlada por intereses económicos estatales, sociales, etc.

Caracterización de las sociedades estáticas
Vamos ahora a analizar las características de las sociedades estáticas. Son aquellas que viven de hacer siempre lo mismo por lo que tienen tecnologías y modos de trabajo y organizaciones fijadas. Son sociedades que se mantienen estáticas precisamente porque sus sistemas de interpretación de la realidad y sus sistemas de valores y de finalidades se mantiene fijados.
En una sociedad estática el futuro es repetición del pasado por ello es preciso bloquear el cambio. En una sociedad dinámica que vive de innovar, cambiar el futuro no repite el pasado sino que se prospecta, delinea y se construye.

Algunas consecuencias del tránsito de sociedades estáticas a sociedades de innovación

Consecuencias para la religión
Las religiones que fueron concebidas en las sociedades estáticas deberán reconvertirse y armonizarse con la sociedad industrial avanzada, todas deberán reinterpretarse desde la nuevas modalidades del saber y del valorar que comporta la nueva ciencia y la nueva industria.

Consecuencias para el trabajo
En la nueva situación industrial el crecimiento económico y el progreso productivo se desconectan del empleo. Es más el aumento de la producción se relaciona con la disminución del empleo. Cada vez se necesitan menos hombres y menos tipo empleado en cada hombre. Progresivamente habrá más hombres sobrantes en elproceso de producción y cada vez más tiempo sobrante en cada individuo que se dedique a dicho proceso

El trabajo manual tiende a desaparecer y es substituido por trabajo cada vez más sofisticado y abstracto caracterizado por una progresiva cientificación y tecnificación de los procesos de producción que reduce la mano de obra.

En la sociedad que vive de innovar se genera un paro estructural que va a ir en aumento y que plantea graves problemas como que el trabajo al no polarizar el tiempo de muchos individuos no va a poder realizar las funciones que hasta ahora ha venido cumpliendo como ser el patrón, la plantilla para construir el sistema de comprensión y valoración colectivos; ser el medio de inserción y situación sociales; ser el instrumento de aprecio y dignificación personales.

Si el paro continúa creciendo, como es de prever deberá cambiar la concepción del trabajo para no generar patologías en sentido de la vida de los individuos y de las colectividades. Una salida a esta problemática sería que la tarea del “aprender de manera continuada “ sea trabajo.

El aprendizaje continuado junto con la indagación y la maduración de lo aprendido es la base para la generación de conocimientos. Lo realmente importante es el sistema colectivo de aprendizaje y de creación de conocimientos mientras que la producción misma de bienes será una cuestión de menos importancia. Socialmente el trabajo central y básico es aprender, indagar y crear en todos los campos no sólo en ciencia y tecnología sino también en organización, valores y finalidades.

Ese trabajo básico de aprender debe conectarse con la totalidad de la vida de la persona, con todos sus aspectos, tanto individuales como sociales. Si no cuidamos esa totalidad la creación de conocimientos no será correcta o no será correcto su uso y ello podría ser tremendamente peligroso para la supervivencia de toda la vida del planeta.

Cuando el trabajo es aprender tiende a alejarse del planteo tradicional de este como una ocupación monótona, no creativa, no libre para la mayoría de los hombres. Entonces la dualidad estudiar o trabajar tiende a deshacerse. También la frontera entre trabajar y ocio se diluye puesto

Como el trabajo se convierte en extremadamente abstracto se precisa fomentar y desarrollar aspectos no abstractos del hombre. Eso supone desarrollar las relaciones interpersonales, las relaciones con lo concreto, los trabajos manuales como un medio de relación creativa y totalitaria con el medio, las relaciones sociales como instrumento de relación completa con el entorno; tendrá que desarrollarse todo lo que pueda conducir al crecimiento de nuestras facultades perceptivas, sensitivas, intuitivas, etc.

Si no se desarrollan los aspectos concretos del hombre, el “hombre de conocimiento” no será tal sino que resultará ser simplemente un “hombre de razón” y eso puede generar un creador de ciencia y tecnología esquinado, desquiciado, no perfectamente integrado como viviente simbiótico consigo mismo y con el conjunto de los sistemas vivos del planeta.

El “hombre de conocimiento” no es simplemente un “hombre de razón” es un viviente cognoscitivo que es capaz de más capacidades de conocimiento que la razón. Se requieren todos esos aspectos para integrarse armoniosamente en el medio.

Con el nuevo planteamiento del trabajo la frontera entre trabajo y estudio e investigación se diluye porque trabajar es estudiar y estudiar es trabajar. También el límite entre trabajo y ocio se desdibuja puesto que cuando el trabajo es estudio y este es estilo de vida y ocupación voluntaria la frontera entre lo que es una ocupación forzada y lo que es una ocupación voluntaria se diluye.

Estas transformaciones que sufre el trabajo tienden a hacer desaparecer la idea de la sociedad como sociedad de trabajadores.

De todo lo dicho se debe distinguir tres niveles: hechos, consecuencias previsibles de esos hechos y postulados o diseños posibles e incluso convenientes en las nuevas condiciones de vida.

Hechos:

-el trabajo manual tiende a desaparecer,
-abstracción progresiva del nuevo tipo de trabajo,
-aparición del paro estructural,
-el trabajo fundamental tiende a desplazarse a aprender.

Consecuencias de esos hechos

– el nuevo tipo de trabajo no puede funcionar como plantilla de comprensión, valoración integración social, dignificación individual,
– la organización de la colectividad deberá orientarse a aprender, porque ésa es la base del sistema productivo.

Diseños posibles

-habrá que fomentar, fuera del trabajo estrictamente dicho, los aspectos no abstractos del hombre, puesto que el trabajo es cada vez más abstracto,
– habrá que fomentar el crecimiento del hombre completo
– el trabajo como aprendizaje y creación crea nuevas relaciones con la producción, con el estudio, con la ocupación voluntaria, etc.

Todas las transformaciones posibles que apuntamos son una postulación, son el delineamiento de una posibilidad construible des de las nuevas circunstancias; que como tal posibilidad puede y debe orientar nuestras opciones, nuestras decisiones y los proyectos que determinan nuestro presente.

Los hechos nuevos con respecto al trabajo que hemos señalado y las consecuencias que se están siguiendo de esos hechos pueden conducir a plantearse los postulados que sería lógico seguir, o, por el contrario, pueden mantenerse en los antiguos proyectos, con la única diferencia de que la presión de la ciencia, la tecnología y lo0s nuevos medios productivos sobre el medio y sobre los hombres es cada vez más fuerte, el ambiente de las condiciones de vida es cada vez más abstracto y enrarecido para los animales vivientes que somos los humanos, y el saber que conseguimos marchará sin freno por el camino del poder, del dominio y de la explotación de hombres y del medio.

Algunos problemas que aparecen con la implantación del nuevo tipo de trabajo
Favorecer la innovación continuada y la creatividad equivale a fomentar el individualismo o, quizá mejor dicho, la individualización ya que los individuos para ser creativos deberán tender a peculiarizarse y no a seguir unos patrones homogéneos.

Los grupos que exigen las nuevas tecnologías y los nuevos conocimientos no pueden ser grupos formados por un jefe creativo y unos ejecutores sumisos. Los grupos verdaderamente innovadores y creativos tienen que estar formados por individualidades creativas lo cual hará crecer la pecularización de individuaos y grupos.

Pero precisamente cuanto más intensa sea la pecularización e individualización de personas y grupos, mayor es el riesgo de segmentación de la sociedad. Se puede originar enormes disparidades en el saber, en los modos de vida, en los sistemas de valores. Pueden generarse grandes diferencias entre sectores sociales punta, los sectores no punta y los sectores en crisis.

La diversidad en el saber, los modos de vida o en los sistemas de valores es inevitable pero debe evitarse la fragmentación de la sociedad entre los grupos de elites de los especializados y los grupos de hombres de baja especialización. Estos últimos reducidos a ser operadores de sistemas de producción muy complejos pero altamente automatizados. Este grupo, el mayoritario, tendería a ser cada vez más un grupo sumiso puesto que se siente cada vez más incapaz y más dependiente de los que lo controlan todos y también porque la automatización le empujará a luchar más duramente por conseguir y mantener supuesto de trabajo si no quiere quedar relegado al grupo de parados.

Como hemos dicho, la consecuencia inmediata del auge de la creatividad es la afirmación del individuo y de grupos muy particularizados, ello en detrimento de grandes solidaridades como las de clase o las sindicales. Parecería que la nueva sociedad tendiera a ser una sociedad de individuos aislados donde abunda la soledad, prepondera el consumo egoísta, la búsqueda en solitario de la felicidad, donde lo colectivo adopta más la forma de corporativismo que un verdadera solidaridad social.
En esta tendencia no todo es negativo sino que en ella se están apuntando las líneas de la nueva forma de sociedad. Veamos algunas de ellas.
En una sociedad en la que se tiende a vivir de la creación, los individuos y los grupos tenderán a ser no algo estático sino procesos autónomos y autorregulados. Ello conduce a una gran descentralización con tanta diversidad como auténtica sea la creatividad. Se va abrir u n abanico de tendencias cada vez más complejo y más rico. Los individuos tenderán a integrarse en agrupaciones de intereses y de finalidades pudiendo pertenecer simultáneamente a asociaciones diferentes, con solidaridades plurales, en instituciones que son procesos también cambiantes.
La sociedad se convierte en un entramado de individuos no homogéneos que forman una red social no homogénea. Los compromisos y pertenencias no tiene que ser necesariamente de por vida sino según la finalidad que se pretende conseguir con la asociación. El entramado social se convierte en algo vivo en continuo movimiento. El conjunto es tan diverso como diversos son sus modos de vida, sus sistemas de valores y finalidades, sus religiones o formas diferentes de vivir la misma tradición religiosa. Nada está ahí de una vez para siempre, nada está solventado definitivamente.
Con la implantación de la nueva sociedad todo se concibe como un proceso, como el hallazgo de una creación lo cual repercute en la concepción de la verdad y del valor. Verdad y valor dejan de apoyarse en el prestigio intocable de su origen divino o de su origen natural para pasar a sustentarse en que es fruto de nuestra propia creación inmersa en un proceso sin fin sin que ello le reste universalidad. La estricta circunstancialidad, diversidad, pluralidad y movilidad deben quitar valor, peso, universalidad y certeza a las creaciones individuales y colectivas de verdad, valor, modos de vida o incluso de religión al igual que las obras de arte no ven menguados su valor y peso por la diversidad de escuelas y estilos, ni por la circunstancialidad ni por la continua transformación y variabilidad de la producción artística.

Otra consecuencia de la implantación del nuevo tipo de trabajo industrial es que al haberse convertido este en un método abstracto se ha vuelto incapaz por ello de generar proyectos y finalidades colectivas. Teniendo en cuenta esto y que el trabajo basado en la creación emancipa al individuo de lo que el trabajo tenía de sumisión alienadora y le conecta con la autorrealización personal y con la libertad se plantea la cuestión de dónde se debe extraer su cualificación y su finalidad. Sería un grave error extraerlos exclusivamente del pago puesto que ello dañaría la raíz misma de este tipo de trabajo más bien el valor y finalidad del trabajo debería residir en su utilidad social y en la realización que el trabajo pudiera proporcionar a individuos y grupos.

Otro de los grandes problemas que genera la nueva industrialización es el para. Habrá que estudiar cómo organizar la sociedad industrial avanzada para que las nuevas posibilidades científicas y tecnológicas y las nuevas ventajas que puedan aportar puedan beneficiar a toda la sociedad sin que ninguna parte quede marginada.

En la sociedad de innovación marginar a la población del trabajo es marginarla de la construcción colectiva de las ciencias , las tecnologías, las estructuras sociales y los valores colectivos. Por ello marginar del trabajo hoy es marginar de la creación del propio destino y del destino colectivo , es reducir a las personas a la categoría de “los alimentados por la colectividad”.

Probablemente la solución al problema del paro ya no podrá pasar por el pleno empleo como en el pasado. Habrá que ser creativos para construir una sociedad que implique a todos en las construcciones colectivas. Habrá que esforzarse por construir una sociedad que beneficie a todos con las nuevas posibilidad que abren las nuevas ciencias y tecnologías y, sobre todo, que beneficie a todos con las nuevas modalidades del trabajo.

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