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Más íntimo que mi propia intimidad

Nou llibre de “meditacions en vers”, de Marià Corbí. “El que oferim –diu l’autor- són només breus i intensos intents per a comprendre i percebre amb tots els sentits el que tot això –la totalitat de la realitat– és, i no el que la nostra condició d’éssers necessitats modela a la seva mesura i pren per real”.

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Una petita selecció:

 

He vivido

He vivido,

he existido.

 

¡Qué raro es el vivir!

¡Qué raro el existir!

 

¿Qué es eso que ha sido,

cuando he existido?

 

¿Qué es lo que concluye

cuando se me excluye?

 

¿Qué es eso que se va?

¿Qué es eso que resta?

 

Nadie ha vivido.

¿Qué es lo que ha sido?

 

No es lo que he creído.

Sólo el misterio resta.

 

 

El ser de mi ser

¡Oh Eso que es,

que es como mente!

 

Eres el ser de mi ser,

el sentir de mi sentir.

 

Tú la mente de mi mente,

Tú los ojos de mis ojos,

oído de mis oídos,

 

Tú eres lo más íntimo

de mi propia intimidad.

 

Tú no eres otro de mí,

ni yo soy otro de Ti.

 

¿Quién es frente a Ti,

Único?

 

Ilumina mente y cuerpo

para que pueda comprender

lo que no puedo pensar.

 

¡Oh Tú que eres Único!

 

 

Mi verdad

¿Cuál es mi verdad?

La nada de mí.

Verdad  misteriosa

que duro destroza

mi credo central.

 

Nadie en mí ha venido,

ni nadie se ha ido.

Vacío de mí,

esa es mi verdad.

 

Mi supuesto ser

es mi necedad.

La ignorancia plena

de mi realidad

es sabiduría.

 

Cuando sé mi nada,

con clara certeza,

sé de mi misterio:

la nada de mí.

 

Mi muerte me vuelve

a mi realidad,

anula y quebranta

mi central criterio,

que es mi cautiverio:

 

pensar que soy alguien

venido a este mundo,

que en día no lejano

se debe marchar.

 

 

Como aguas del mar

Como aguas del mar

que el sol evapora,

que se vuelven nubes,

que el viento traslada,

así es mi existencia.

 

Como nubes chocan

con altas montañas

y se vuelven lluvias

y arroyos rápidos

que entre peñas bajan,

así es mi existencia.

 

Como ríos bravos

de empinados valles,

que llegan al llano

y en él se remansan,

así es mi existencia.

 

Como mansas aguas

que riegan los campos,

pueblos y ciudades

y llegan al mar,

así es mi existencia.

 

Del mar son los ríos,

de él arrancaron

y a él regresaron

tras corto viaje,

así es mi existencia.

 

Sin motivo

Todo es sin motivo,

los árboles del bosque,

las plantas y las flores,

las especies de insectos,

animales salvajes,

los miles de pájaros

que despiertan el día,

la luz de la mañana,

las noches estrelladas,

el sol que nos alumbra,

la tenue y suave luna.

Todo es sin motivo,

rico, diverso, uno.

¡Oh! ¡Cómo lo amo todo,

yo también sin motivo!

 

 

¿Qué es lo que es?

¿Qué es lo que es?

 

Es como un Dios,

pero no es Dios.

 

Es como mente,

pero no es mente.

 

Es como “otro”,

pero no es “otro”.

 

Es como un Tú,

mas no es un Tú.

 

“Eso” es todo,

porque es nada.

 

Es, no siendo.

 

¿Cómo pensarlo?

¿Cómo sentirlo?

 

Es el inconcebible.

Es el impensable.

 

Querría verlo,

querría tocarlo.

 

¡Necio, le ves!

¡Necio, le tocas!

 

Le ves en el cielo azul,

te toca con el calor del sol,

 

le oyes en el canto de los pájaros,

y en la voz de quienes te hablan,

 

le ves en plantas y flores,

en los hombres y las bestias,

 

en los árboles del bosque,

en tu propio ver y sentir.

 

Él, el lejano, es el próximo.

Él, el sutil, es el íntimo.

 

¿Por qué buscas lejos

al que está cerca?

 

¿Por qué buscas como “otro”

al que no es “otro” de nada?

 

¿Por qué buscas ansioso

al que es tu propio ser?

 

No emprendas un camino

que te aleja del Próximo.

 

No busques en las profundidades

al que es Patente, Manifiesto.

 

 

El bosque al anochecer

Cuando ya entra la noche,

¡qué grande es el silencio,

la soledad del bosque!

 

Te veo y no sé qué veo.

Te siento y no sé qué siento.

Te soy y no sé qué soy.

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