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Práctica de meditación 1


De donde se sigue claro que, como el alma se acabe de vaciar de todas las formas e imágenes aprehensibles, se quedará en esta pura y sencilla luz, transformándose en ella, porque esta luz nunca falla en el alma; pero por las formas y velos de criatura con que el alma está velada y embarazada, no se le infunde. (…) Aprenda a estarse con advertencia amorosa en Dios, con sosiego de entendimiento. (San Juan de la Cruz)

Nuestro verdadero ser, el existir mismo, es Él. El flujo de ideas, proyectos, preocupaciones, son fantasmas, figuraciones, un escenario al que damos entidad…

Éste será un espacio dedicado a hacer un paréntesis a todo ese flujo, sabiendo que hay más en nosotros que ese nivel que tanto nos “ocupa”. Dejar la posibilidad a lo Otro para que tome consistencia en nosotros, pide el esfuerzo de silenciar, de vaciar, de despejar…

Trabajar el doble gesto interior: no hacer caso al alud de imágenes, ideas, etc. (dejar que pasen) y, paralelamente, procurar poner a punto, despertar, la actitud de “advertencia amorosa, con sosiego de entendimiento”.

1.
Recogimiento con ayuda de la respiración.
Toda la atención polarizada en el flujo de vida, la respiración… Ese aliento impersonal, que és, que és vida, cada respiración importa. Observar, observar la vida. Con especial atención a los intervalos entre ins. y exp.

2. advertencia amorosa, con sosiego de entendimiento
(…) en suma paz y tranquilidad, escuchando lo que habla el Señor Dios en ella (Llama de amor viva III 34)
Seleccionar una frase del Evangelio. “Mirarla”, con toda la atención “reposando” en la frase. Qué nos dice. Por ejemplo:
Bienvaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios
Cuando perdemos la concentración, recuperamos la postura, volvemos un rato a la respiración.

3. Mantener un rato más la concentración en la frase repitiéndola, uniéndola a la respiración. Que su sentido nos impregne de pies a cabeza.

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