Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos.
Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana.
Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
FIN de SEMANA con LIN-CHI (maestro budista Ch’an)
12 i 13 de mayo en Sant Martí Sesgaioles
a cargo de Marià Corbí, Montse Cucarull, Marta Granés
Horario: desde el sábado a las 10:00 h. hasta el domingo al mediodía. También hay la opción de participar solo el sábado.
Lugar: en el Casal La Salle, en Sant Martí de Sesgaioles. Las habitaciones son individuales.
Transporte: Intentaremos combinar las plazas de los coches de los assistentes.
Alojamiento: 100€. Más información en secretaria.
Todo el fin de semana trabajaremos sobre los potentes textos de Lin-chi. Para más información llamad al 93 4107707 o escrivid a cetr@cetr.net
Aquí uno de los textos que abordaremos extraído de «Las enseñanzas Zen del Maestro Lin-chi» Ed. La liebre de marzo:
:
«Los que han satisfecho las diez etapas de la práctica del bodhisattva, no son mejores que asalariados; los que han alcanzado la iluminación de las etapas cincuenta y una y cincuenta y dos, son prisioneros encadenados; los arhats y los pratyekabuddhas son basura de letrina, bodbi y nirvana son palos para atar a los burros. ¿Por qué hablo así de ellos? Debido a que vosotros, seguidores de la Vía, no os dais cuenta de que este viaje a la iluminación, que lleva tres asamkhya kalpas, carece de sentido. Por lo que estas cosas se convierten en obstáculos en vuestro camino. Si fuerais verdaderos hombres de la Vía, nunca dejaríais que esto ocurriera.
Simplemente, seguid vuestras circunstancias y agotad vuestro antiguo karma. Cuando llegue el momento, vestíos. Si queréis caminar, caminad. Si queréis sentaros, sentaos. Pero en ningún momento utilicéis vuestra mente para buscar la budeidad. ¿Por qué hacerlo así? Un anciano dijo: ‘Si intentáis crear buen karma y pretendéis convertiros en buda, entonces Buda se convertirá en un signo claro de que permaneceréis en el ámbito del nacimiento y de la muerte’»
Seguidores, ¡el tiempo es oro! Corréis sin descanso por las cunetas, estudiando el Ch’an, estudiando la Vía, apegándoos a las palabras y a las frases, buscando a Buda, buscando a los patriarcas, buscando un buen amigo, especulando, planeando. Pero no os equivoquéis. Seguidores de la Vía, tenéis un padre y una madre. ¿Qué más buscáis? Deteneos y miraos a vosotros mismos. Un, anciano explicó que Yajnadatta creía que había perdido la cabeza y se puso a buscarla, pero una vez detuvo la mente que buscaba, encontró que todo estaba bien.
Seguidores, actuad de forma corriente, nos os deis aire alguno. Existe una pandilla de seguidores calvos que no saben distinguir lo bueno de lo malo, pero que pretenden ver dioses y demonios, señalan al este, señalan al oeste; les gusta hablar del buen tiempo y de la lluvia. Los hombres y mujeres de buena familia se ven liados por esta pandilla de zorros salvajes y acaban totalmente confundidos. Ciegos e idiotas. ¡Llegará el día en que tengan que pagar por toda la comida que se ha desperdiciado con ellos!
[…]
El Maestro dio instrucciones al grupo, diciendo: “Seguidores de la Vía, lo importante es contemplar las cosas con una comprensión adecuada y verdadera. Id por el mundo a vuestro aire, pero no os dejéis liar por esa pandilla de duendes. El hombre de valor es aquel que no tiene nada que hacer. No intentéis hacer algo especial, simplemente actuad de un modo ordinario. Sin cesar buscáis algo fuera de vosotros, intentando poner las manos en alguna cosa. Es un error. Insistís en buscar al Buda, pero Buda es solo un nombre.»