Volverse a las cosas como forma adecuada de espiritualidad para sociedades de creación e innovación continuada
Marià Corbí Hemos llegado a concluir que la vida espiritual, que hemos llamado calidad humana profunda, consiste simplemente, en una vuelta radical a las cosas, sin buscar nada, por interés por las mismas cosas, por poder ver y sentir lo que dicen: la doble dimensión de la realidad. Creemos que es la forma adecuada de espiritualidad, la forma de adquirir la calidad humana profunda para las sociedades de creación e innovación continuada. La figuración de la dimensión absoluta como una trascendente divinidad debe dejar paso a recuperar esa misma dimensión absoluta a la realidad del mundo que nos rodea, que es nuestra propia modelación.
Necesidad de un nuevo humanismo
Marià Corbí Con crisis religiosa, no pasajera sino definitiva, con crisis igualmente definitiva de las ideologías, teniendo que crear, al paso acelerado de las Tecnociencias (TC), nuestros propios Proyectos Axiológicos Colectivos (PACs), sin ayuda exterior de ningún tipo, no nos queda otra solución que volvernos a las cosas, solo ellas pueden ayudarnos a saber cómo hemos de vivir. ¿Dicen algo las cosas? Nadie nos dirá como organizar y vivir nuestra vida, solo el mundo de las cosas nos puede orientar nuestro vivir. El inmenso mundo de los seres no es como una pared opaca y muda, el mundo de los seres es un concierto de cualidades que nos pueden hablar, sin palabras, de nuestro mundo cualitativo. El inmenso mundo de los seres expresa y canta en silencio una canción única.
Vivir en el sentir hondo
Marià Corbí A un primer nivel, el sentir humano es un sistema de señales al servicio del ego, para orientar la vida, sobrevivir, reaccionar y operar en el medio. En su profundidad, es la posibilidad de conmoción del viviente ante la inmensidad de los mundos. Vivir en el sentir profundo es invadir el sentir egocéntrico de generosidad, es vivir en el agradecimiento, en la unidad, en la veneración. Hay que aprender a despertar esa hondura que es capaz de transformarlo todo.
Vivir en el sentir hondo
Marià Corbí A un primer nivel, el sentir humano es un sistema de señales al servicio del ego, para orientar la vida, sobrevivir, reaccionar y operar en el medio. En su profundidad, es la posibilidad de conmoción del viviente ante la inmensidad de los mundos. Vivir en el sentir profundo es invadir el sentir egocéntrico de generosidad, es vivir en el agradecimiento, en la unidad, en la veneración. Hay que aprender a despertar esa hondura que es capaz de transformarlo todo.
La cualidad humana resulta imprescindible para la Sociedad del Conocimiento
Marta Granés Entendiendo por cualidad humana tener concienciación de la doble dimensión de la realidad en cierto grado. Esa concienciación de la doble dimensión de la realidad implica un vivir en este mundo con un grado de percepción sensitiva de hondura, es decir cualitativa de hondura. Esa percepción sensitiva de hondura permite la captación en la forma de lo que no tiene forma (aunque sea puntualmente). Esa captación de lo que no tiene forma en las cosas, personas y situaciones libera del enclaustramiento en el mundo del yo que irremediablemente lo gira todo a su alrededor. Si esa captación de lo que no tiene forma en las formas es lo que desenclaustra, quiere decir que eso es lo que nos hace flexibles en nuestra captación, interpretación y valoración de la realidad. Cuando nuestra interpretación y valoración de la realidad es flexible, entonces nuestra capacidad creativa está libre para crear.