Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos.
Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana.
Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
El cultivo de la compasión: entrenamiento. Imparte Rafa Sánchez
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Marià Corbí PPara las gentes de nuestras sociedades, las religiones han muerto, y no hay ni idea, ni atisbos de otra dimensión de la realidad que no sea esa cotidianidad plana. Todo se ha vuelto romo, sin esperanza, bajo el vuelo negro de la muerte. Se han difundido mucho las publicaciones de textos de sabiduría o que buscan la sabiduría, pero eso, además de minoritario, no influye en la cultura general, ni siquiera en la cultura popular.
¿Qué se puede hacer para que la cultura y las personas de las sociedades de conocimiento recuperen la doble dimensión de la realidad de nuestro vivir humano? ¿Qué se puede hacer para romper esa coraza de cotidianidad exclusiva, sin grietas, desde la que se pueda vislumbrar la luz de la otra dimensión?
El canal de YouTube El Despertar de Maria Olid ha publicado la entrevista a Teresa Guardans que podéis encontrar a continuación