Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos. Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana. Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
El Budismo Mahayana una espiritualidad sin creencias, ni dioses
Ponencia presentada en el Primer Coloquio Internacional. Diálogos: presente y futuro de las religiones y la espiritualiad, sus contextos en Europa y America Latina.
22-26 de marzo, 2011. Guadalajara (México). Organizan: Universidad de Guadalajara, ITESO, UNIVA, Colegio de San Luís y CETR
Resumen: Bodhidharma, considerado el padre del Zen, presenta el Budismo no como una doctrina a creer ni como una práctica a seguir sino como un replanteamiento de la visión de la realidad tanto de la que nos rodea como de nosotros mismos. Todo es vacío y todo es mente original, ese es el núcleo de su enseñanza, y quien quiera despertar de la ilusión de considerarse alguien venido a un mundo de sujetos y objetos no tiene que creer nada, ni buscar nada fuera de sí mismo le basta con deshacer su comprensión de la realidad y de su individualidad. Para conseguirlo se precisa de un fuerte uso de la mente para que ella deconstruya lo que ella ha construido y que da por la verdadera realidad. La verdad es lo que aparece después de la deconstrucción.
Palabras clave: Budismo, Zen, espiritualidad laica, calidad humana, Bodhidharma.
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Introducción
En este trabajo vamos a presentar el Budismo Mahayana como una propuesta en la que no están presentes ni dioses ni creencias. Lo haremos siguiendo un texto de Bodhidharma: «Tratado sobre el linaje de la fe » (2).
Bodhidharma, un personaje del cual se duda de su existencia real, se le sitúa hacia el siglo VI e.a. y es considerado el padre del Budismo Chan genuino de China que más tarde pasará al Japón bajo el nombre de Zen, su enfoque se enmarca dentro de la rama budista mahayana.
Se trata de un texto escueto, con un lenguaje despojado de imágenes por lo que resulta muy denso, sumamente lógico, que presenta cierta dificultad en el seguimiento de su argumentación.
Todo es mente
(3) Para el Budismo Mahayana la realidad, todo lo que aparece, es mente y solo mente. Esa mente única apunta a la constatación de que toda la realidad: la materia, la vida, los cielos, la tierra, todo tiene en su seno una complejidad y riqueza que es como mente. “Todo es mente” aplicado al sujeto es la constatación que cuerpo y mente son inteligencia, complejidad.
Esa mente, que es todo, aflora como sujeto, un sujeto que desde la ignorancia en la que está instalado comprende y vive la propia mente y el propio cuerpo como suyos aunque no lo son, basta para comprenderlo con investigar que el individuo ni genera ni controla el devenir de su mente ni de su cuerpo, todo en el cuerpo y en la mente tiene un origen anterior, viene de lejos.
Todo en la realidad es mente y sólo mente y no una amalgama de sujetos y objeto. La mente de la que se está hablando no es una entidad, ni un sujeto, ni es acotable, por consiguiente es mente en la no-dualidad.
La mente es todo, todo lo que se hace, todo lo que se es. Los sujetos son mente, los objetos son mente, siéndolo todo la mente no posee forma y no es posible ninguna acotación en ella. A la gran mente, que es la naturaleza original de todo, el Budismo le da otros nombres como budeidad, mente original.
Esa mente es la gran mente y hay que distinguirla de la mente de cada individuo aunque la mente del individuo, como toda realidad, no es otra cosa que la gran mente.
Así es que la propuesta budista pasa por mirar la realidad y ver la mente. A ella que lo es todo se la ve aquí: en uno mismo y en toda la realidad pues no hay nada más allá de ella. Para verla no hay que apartarse de nada, porque ni uno es una entidad diferente a la gran mente ni ella es una entidad diferente de uno, no son dos entidades distintas. Encontrar esa mente es encontrar la propia naturaleza original.
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Notas
(1)Tradicionalmente se ha considerado que el Budismo tiene tres ramas o escuelas: la Theravada, la Mahayana y la Vajrayana. La más antigua -s.VI a.e.a.- es la Theravada o Hinayana (Pequeño vehículo) hoy se practica sobretodo en Sri Lanka, Myanmar (Birmania), Tailandia y Camboya. La Mahayana (Gran vehículo) parece que apareció unos cinco siglos más tarde, hoy es la corriente más extendida del Budismo, cuyas sectas más conocidas en occidente son el Zen y el Nembutsu. Lo encontramos en Japón, Corea, China, Tibet, Vietnam entre otros. La Vajrayana (Vehículo diamantino) se practica principalmente en el Tíbet, Mongolia y Bhutan, y en mucho menor grado en Japón y China.
(2) Bodhidharma (1995). Tratado sobre el linaje de la fe. En Enseñanzas Zen (Traducción y comentarios de Red Pine). Barcelona,España: Kairós.
(3) Mente escrito con el caracter 心 xin1 que significa mente, corazón, centro.