Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos.
Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana.
Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
El libro de horas – Rainer Maria Rilke
Aunque todos se esfuerzan por salir de sí mismos
Como de la prisión que les odia y encierra,
Existe un gran milagro en este mundo:
Yo lo siento: se vive toda vida
¿Quién, entonces, la vive? ¿Son las cosas,
que como melodía no tocada,
en la tarde se quedan, como en arpas?
¿Son los vientos, que alientan las aguas,
son las ramas, que están haciendo señas,
son las flores, que tejen los perfumes,
son las largas, vetustas alamedas?
¿Son los calientes animales, que andan,
son las aves, que extrañas se remontan?
¿Quién la vive? ¿Tú, Dios, vives la vida?
Rainer Maria Rilke. El libro de horas. Editorial Lumen, 1993