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José Ángel Valente

La rosa necesaria

La rosa no;
La rosa sólo
Para ser entregada.

La rosa que se aísla
En una mano, no;
La rosa
Connatural al aire
Que es de todos.

La rosa no,
Ni la palabra sola.

La rosa que se da
De mano en mano,
Que es necesario dar,
La rosa necesaria.
La compartida así,
La convivida,
La que no debe ser
Salvada de la muerte,
La que debe morir
Para ser nuestra,
Para ser cierta.
Plaza,
Estancia, casa
Del hombre,
Palabra natural,
Habitada y usada
Como el aire del mundo

José Ángel Valente, A modo de esperanza, Obras completas, Galaxia Gutenberg

Como un relámpago

Como un relámpago estallaba
A nuestros pies
La vida,
A nuestros ojos, a
Nuestras cabezas.

Cuántas veces con pena, con amor,
Con deseo, furiosamente
Siempre, pronunciáramos: vida.
Ahora no sabíamos
De qué lado inclinarnos
Para oírla mejor,
Para ceñirla con más vida,
Porque a manos, a cielos
Llenos, a relámpagos
Sobre lo azul o sobre
Lo verde o lo amarillo,
Sobre el tranquilo mar
O las rocas oscuras
Estallaba.

Nos seguía también
Por la desconocida
Ciudad de largas calles, donde
Nadie sabía de nosotros más
Que aquel visible amor
Que llevábamos puesto.

La respirábamos
Sin saber, casi
Sin darnos cuenta.
Tú dijiste:-Detenla,
Y no era posible.

Ahora la memoria
En soledad la busca.

Pero difícil es
Y triste
Con manos pensativas
Reconstruir la simple
Razón de la alegría

José Ángel Valente, Poemas a Lázaro, Obras completas, Galaxia Gutenberg
Selección Pepa Torras Virgili

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