NO CONOCIENDO AÚN LA VIDA… -Enseñanzas de Confucio-
El Maestro dijo: “estudiar y, en el momento oportuno, llevar a la práctica lo aprendido, no es acaso motivo de alegría? El que venga un amigo de lugares remotos, ¿no es acaso motivo de regocijo? No experimentar amargura pese a ser ignorado por los hombres, ¿no es eso nobleza? (I,1) El Maestro dijo: “You, te enseño lo que es el saber? Considera que sabes lo que sabes, considera que no sabes lo que no sabes. Ese es el saber” (II, 17) Zidong dijo: “lo que no deseo que los demás me hagan, tampoco deseo hacerlo a los demás”. El Maestro dijo: “Zi, todavía no has llegado a eso”. (V, 11) El Maestro dijo: “No esclarezco más que a quien muestra esfuerzo. No inspiro más que a quien muestra anhelo”. (VII, 8) El Maestro dijo: (...) “de no conseguir ver a un hombre de bien, me bastaría con ver a uno…
»Intentar comprender el mundo es un tipo de amor»
Adam Zagajewski, poeta y ensayista polaco "63 años. Nací en Lvov (hoy Ucrania) y vivo entre Cracovia y Chicago. Estoy casado y tengo una hija. Este mundo complejo nos enfrenta a emociones rápidas como el odio y el chovinismo; deberíamos ser lentos y racionales. Constantemente busco algo superior, que creo existe." IMA SANCHÍS - LA VANGUARDIA - 23/03/09 Buscar resplandores Pasó fugazmente por Barcelona para participar en el ciclo Europa eslava y su literatura (CaixaForum), y cada respuesta la pensó dos veces. Considerado por muchos una de las voces contemporáneas más relevantes, ha vivido en París y en EE. UU., pero jamás ha abandonado su lengua polaca. Sus libros de poemas y ensayos, traducidos al español en su mayoría por Acantilado, han recibido numerosos premios. Para él, la poesía es la búsqueda de resplandor, ese algo que hay más allá de las palabras: "...Se transmite alguna experiencia que está antes…
‘Hoy ya no tengo esos sueños’
Pedro Casaldáliga El Cardenal Carlo M. Martini, jesuita, biblista, arzobispo que fue de Milán y colega mío de Parkinson, es un eclesiástico de diálogo, de acogida, de renovación a fondo, tanto de la Iglesia como de la Sociedad. En su libro de confidencias y confesiones Coloquios nocturnos en Jerusalén, declara: «Antes tenía sueños sobre la Iglesia. Soñaba con una Iglesia que recorre su camino en la pobreza y en la humildad, que no depende de los poderes de este mundo; en la cual se extirpara de raíz la desconfianza; que diera espacio a la gente que piensa con más amplitud; que diera ánimos, en especial, a aquellos que se sienten pequeños o pecadores. Soñaba con una Iglesia joven. Hoy ya no tengo más esos sueños». Esta afirmación categórica de Martini no es, no puede ser, una declaración de fracaso, de decepción eclesial, de renuncia a la utopía. Martini continúa…
CÓMO DEJAR DE LLENAR UN POZO SIN FONDO. David Loy*
Según Buda Shakyamuni la causa de nuestro dukkha individual es tanha, que generalmente se traduce como "deseo", pero más literalmente sería "sed". Nada de cuanto bebemos puede saciar nuestra tanha porque esa sed se debe a un vacío en el centro de nuestro ser. Es como si el centro fuera un pozo sin fondo, algo así como los agujeros negros que los astrónomos creen que se hallan en el centro de la mayoría de las galaxias. Por mucho que intentemos llenar nuestro propio agujero negro con esto o aquello, todo termina tragado por él y desapareciendo en él. No tiene fondo porque nuestro sentido del yo es un constructo que no puede hallar fundamento. (…) El problema es la "sed", no la vacuidad en el centro de nuestro ser, sino nuestros incesantes esfuerzos por llenar ese agujero, pues lo experimentamos como un sentido de carencia que debe llenarse. El problema…
ÉRASE UNA VEZ…
La moneda En los montes Vindhya había un aldeano muy rico que perdió una moneda de cobre. Como era muy tacaño comenzó a buscarla desesperadamente entre los espesos matorrales, mientras pensaba: con esta moneda puedo hacer algún negocio y obtendré cuatro monedas y después ocho y después más y más. Buscó la moneda durante tres días, sin percatarse de que la gente se reía de él por tan estúpida ocurrencia. Al cuarto día, en lugar de la ansiada moneda, encontró una preciosa gema. La cogió y volvió a su casa donde vivió felizmente el resto de sus días. ¿Qué es lo que le hizo encontrar aquella piedra preciosa? Sin duda, su avaricia que le obligaba a rastrear el bosque día y noche. ¡El discípulo que escucha las enseñanzas de un maestro, también obtiene una cosa muy distinta de la que busca! El avaro Kirata no habría encontrado la piedra preciosa…