ATREVERSE A AMAR
Rumí y el sufismo Cada 17 de diciembre, se celebra, en la ciudad turca de Konya, un festival de música y danza sufíes que conmemora la muerte del más grande poeta místico del Islam, el persa Yalaluddín Rumí (1207-1273), autor de una vasta obra poética entre la que sobresale el Masnaví, verdadera teodicea de cerca de veinticinco mil versos, considerado como una suerte de Corán en lengua persa.Inspirador de la orden sufí de los derviches giróvagos, célebres por su danza cósmica circular, Rumí constituye uno de los polos del tasawwuf o sufismo, la dimensión mística del Islam, y, sin lugar a dudas, una de las figuras más relevantes e influyentes de la espiritualidad universal. Halil BárcenaIslamólogo. Director del Institut d’Estudis Sufís de Barcelona Al fin y al cabo, su ímpetu creativo, así como su irradiación espiritual, no se confinó en los límites del Islam. Afirmar, por lo tanto,…
La acción liberadora.
Sitúa tu corazón en la acción, pero nunca en la recompensa, No trabajes por un resultado, pero no dejes de hacer tu tarea. Realiza tu trabajo en la paz del Yoga, impertérrito ante el éxito o el fracaso. El Yoga es la ecuanimidad de la mente. Reúne tu razón y tu voluntad en la contemplación, El que sigue este camino tiene un sólo pensamiento y éste es el objetivo de su determinación. Pero múltiples e infinitos son los pensamientos del ser humano falto de determinación. Hay personas que no ven pero dicen palabras muy bien dichas. Siguen los Vedas al pie de la letra y dicen: "esto es lo que enseñan"- Su alma está llena de deseos egoístas y su cielo es otro deseo egoísta. Tienen oraciones para los placeres y los poderes, y esperan recompensas por ellas. (Del Bhagavad Gîta, cap., II -Hinduismo-)
En mi propia casa.
No hay nada que contemplar Ni Tu ni yo, ni objeto, ni método. El protagonista de la acción ha perdido su identidad. El ciego no puede percibirle Pero aquel de conciencia inmaculada al vislumbrarlo, se identifica con lo Supremo. Cuando me sentía unida a mi cuerpo me perdí. Pasaba los días buscándote hasta que Te descubrí en mí, instante en el que Ser y Shiva se unieron en gozosa vibración. Despejado el espejo del espíritu, liberado de cenizas, Con lúcida claridad reconocí al Ser en mí. Y al encontarle en mi propia casa supe que lo era todo y que yo no era. (Lalla -s.XIV-, poetisa mística de Cachemira, de espiritualidad tántrica, patrimonio tanto del hinduismo como del budismo tibetano)
YHVH es sinónimo de libertad.
[…] YHVH es sinónimo de libertad. Es el preámbulo de las diez Palabras (en hebreo este pasaje no se conoce como "mandamientos", dibrot significa palabras, no mandamientos) no leemos "no tengas más Dios que Dios" si no "no hay otro Dios (Elohim)". No es una orden, es una proposición, la indicación de un camino, de una dirección, de un proyecto: camino de liberación. Somos esclavos de la imagen que nos hacemos de Dios, y, antes que nada, esclavos de la imagen que nos hacemos de nosotros mismos. En el Uno no hay dos, no hay nada fuera del Uno. La libertad es exigente. No tener más Elohim que YHVH apunta hacia no añadirle nada, no asociarle nada, ningún otro valor, ni delante, ni contra, ni al lado, de Mi-yo YHVH, ninguna religión, ninguna doctrina, ninguna ambición, ningún proyecto, ningún objeto, ningún poder. YHVH pone en guardia contra la reducción del…
La libertad religiosa.
¡Allanad para una feliz descendencia el camino hacia ese grado de cultura, hacia esa tolerancia humana general, por la que en balde sigue suspirando la razón! ¡No premiéis ni castiguéis ninguna doctrina, no seduzcáis ni corrompáis ninguna opinión religiosa! Al que no estorba la felicidad pública, al que actúa con rectitud respecto a las leyes civiles, respecto a vosotros y a sus conciudadanos, dejadle hablar como piensa, dejadle dirigirse a Dios según su manera o la de sus padres, y buscar la salvación eterna donde crea encontrarla. ¡En vuestros Estados, no permitáis que nadie denuncie lo íntimo ni sea juez del pensamiento; no permitáis que nadie se apropie un derecho, que el omnisciente se ha reservado sólo para sí! ¡Si nosotros damos al César lo que es del césar, dad vosotros también a Dios lo que es de Dios! ¡Amad la verdad! ¡Amad la paz! (Moses Mendelson (1729-1786). Jerusalem o…