Francesc Torradeflot Las joyas de las sabias y sabios son como las ramas del nido de los pájaros, imprescindibles cobijos para poder aprender después a volar libres y a disfrutar del aire fresco y de la vida en plenitud. La sabiduría es el regazo tierno y maternal cuidado que vivifica. Es necesaria pero no suficiente, es un hogar y un solaz, pero después hay que volar. Es un placer para mí poder compartir esta muestra del tesoro de humanidad que la vida nos ha regalado...
La acción liberadora.
Sitúa tu corazón en la acción, pero nunca en la recompensa, No trabajes por un resultado, pero no dejes de hacer tu tarea.
Realiza tu trabajo en la paz del Yoga, impertérrito ante el éxito o el fracaso. El Yoga es la ecuanimidad de la mente.
Reúne tu razón y tu voluntad en la contemplación, El que sigue este camino tiene un sólo pensamiento y éste es el objetivo de su determinación. Pero múltiples e infinitos son los pensamientos del ser humano falto de determinación.
Hay personas que no ven pero dicen palabras muy bien dichas. Siguen los Vedas al pie de la letra y dicen: «esto es lo que enseñan»-
Su alma está llena de deseos egoístas y su cielo es otro deseo egoísta. Tienen oraciones para los placeres y los poderes, y esperan recompensas por ellas.
(Del Bhagavad Gîta, cap., II -Hinduismo-)