Marià Corbí Nuestro ser cognoscitivo es una suma diversificada de funciones psíquicas: percepción, sensibilidad, conocimiento, amor, imaginación, voluntad, etc.; todo ello son aspectos diferentes de nuestro ser cognoscitivo. El núcleo de nuestro ser es percibir, tomar conciencia. Caminar hacia el conocimiento no puede tener fin. Siempre empezando mundos nuevos. El camino hacia la verdad, es un camino y una búsqueda que se hace con todo el ser, con la mente y el sentir. La verdad que se indaga es, al mismo tiempo, la verdad humana y más allá de toda medida humana. Es un camino sin fin. Es aprender a ser testigos imparciales del misterio sin fin de la existencia. La naturaleza humana y su destino es aprender, y aprender sin límite. Su ser conciencia-testigo es lo que lo define, y llegar a ser esta conciencia-testigo es lo que constituye su beatitud. Las creaciones de nuestra mente dirigen nuestra suerte como humanos.
La acción liberadora.
Sitúa tu corazón en la acción, pero nunca en la recompensa, No trabajes por un resultado, pero no dejes de hacer tu tarea.
Realiza tu trabajo en la paz del Yoga, impertérrito ante el éxito o el fracaso. El Yoga es la ecuanimidad de la mente.
Reúne tu razón y tu voluntad en la contemplación, El que sigue este camino tiene un sólo pensamiento y éste es el objetivo de su determinación. Pero múltiples e infinitos son los pensamientos del ser humano falto de determinación.
Hay personas que no ven pero dicen palabras muy bien dichas. Siguen los Vedas al pie de la letra y dicen: «esto es lo que enseñan»-
Su alma está llena de deseos egoístas y su cielo es otro deseo egoísta. Tienen oraciones para los placeres y los poderes, y esperan recompensas por ellas.
(Del Bhagavad Gîta, cap., II -Hinduismo-)