Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos.
Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana.
Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
La acción liberadora.
Sitúa tu corazón en la acción, pero nunca en la recompensa, No trabajes por un resultado, pero no dejes de hacer tu tarea.
Realiza tu trabajo en la paz del Yoga, impertérrito ante el éxito o el fracaso. El Yoga es la ecuanimidad de la mente.
Reúne tu razón y tu voluntad en la contemplación, El que sigue este camino tiene un sólo pensamiento y éste es el objetivo de su determinación. Pero múltiples e infinitos son los pensamientos del ser humano falto de determinación.
Hay personas que no ven pero dicen palabras muy bien dichas. Siguen los Vedas al pie de la letra y dicen: «esto es lo que enseñan»-
Su alma está llena de deseos egoístas y su cielo es otro deseo egoísta. Tienen oraciones para los placeres y los poderes, y esperan recompensas por ellas.
(Del Bhagavad Gîta, cap., II -Hinduismo-)