Un fin de semana con el Brihadaranyaka Upanishad: ejercicios
Los Upanishad recogen las reflexiones de los antiguos rishis de la India, en diálogo con sus discípulos. El núcleo clásico de estos textos habría que situarlo entre los siglos IX-IV a.C.; el Brihadaranyaka sería uno de los más antiguos. Es una de las obras que se están trabajando este curso 2015-2016 en Cetr, y ha sido el hilo conductor de un fin de semana de prácticas de silencio (en Noviembre, 2015).
Encontrarás aquí la selección de textos propuesta durante el fin de semana, con las orientaciones para guiar los ejercicios.
1.
Como la araña asciende por los hilos que ella misma produce, al igual que del fuego se alzan chispas diminutas, asimismo de este Âtman surgen las funciones vitales, todos los mundos, todos los dioses, todos los seres. Su vínculo secreto es «la realidad de lo real». Las funciones vitales son verdaderamente lo real y el Âtman su realidad. (Brihadaranyaka Upanishad 2.1.20)
Todo surge de la dimensión absoluta, no relativa a nuestras necesidades (DA).
También las funciones vitales surgen de la DA.
La DA es la realidad de lo real.
La mirada que hacemos a esa realidad desde nuestras necesidades de vivientes, no añade nada a esa realidad de lo real.
Es esa misma realidad que se nos presenta con dos caras: una relativa a nuestro pequeño vivir, y otra no relativa a esa nuestra pequeña medida, absoluta.
Podemos creer que vemos personas y cosas, pero en verdad estamos viendo “lo real de lo real”, la fuente.
2.
El aspecto de Brahman es semejante a una llamarada de fuego, a un loto resplandeciente, al repentino brillar del relámpago. En verdad, quien esto así lo conoce alcanza una gloria instantánea como el repentino brillar del relámpago. Pero he aquí la instrucción sobre el Brahman: «No es así, no es así». No hay nada más elevado que ésta instrucción: «No es así». En consecuencia, ésta es llamada: realidad de lo real. Ciertamente los aires vitales son lo real y él es su realidad. (Brihadaranyaka Upanishad, 2.3.6)
Todas las cosas que vemos y vivimos tienen formas modeladas a la medida, directa o indirectamente, de nuestras necesidades.
Esas formas, además de estimular nuestro vivir, tienen un brillo resplandeciente como un fuego, como un relámpago.
Ese brillo, esa luz es la dimensión absoluta de lo real, es el brillo de lo real de lo real.
Ese brillo, la dimensión absoluta se presenta siempre en las formas pero no queda atrapado en formas. Está siempre en ellas pero les da una profundidad y hondura infinita.
Quien comprende esa profundidad, abre en su mismo seno esa misma profundidad. Quien comprende ese brillo, brilla él también.
Quien comprende lo real de lo real, él mismo se comprende como esa misma realidad.
¿Cómo hablar de ese corazón de todo lo real, al que todo lo real no añade nada? Nuestro pensar y nuestro sentir no está hecho a esa medida.
La enseñanza de esa realidad de lo real es “no es así, no es así” porque todo nuestro pensar y sentir, todo lo que podamos decir de ella, todas nuestras palabras, conceptos y símbolos lo falsean.
Como no es a nuestra pequeña medida para nosotros es innombrable, inconcebible. Pero, a pesar de ello tenemos noticia cierta de esa dimensión, aunque oscura.
3.
A continuación Usasta le preguntó:
Usasta: Yajñavalkya, explícame aquel que es, en verdad, el Brahman inmediato y directamente perceptible, el Âtman presente en el interior de todo.
Yajñavalkya: es tu propio ser el que se encuentra presente en el interior de todo.
Usasta: Yajñavalkya ¿cuál de ellos es el que se encuentra presente en el interior de todo?
Yajñavalkya: el que inspira con tu inspirar, ése es tu propio ser, presente en el interior de todo. El que respira difuso con tu respiración difusa, ése es tu propio ser, presente en el interior de todo. El que respira ascendente con tu respiración ascendente, ése es tu propio ser presente en el interior de todo.
Usasta: esta explicación es como si alguien dijera: «Esto es una vaca, eso es un caballo». Explícame aquel que es, en verdad, el Brahman inmediato y directamente perceptible, el Âtman presente en el interior de todo.
Yajñavalkya: No puedes ver al vidente de la visión. No puedes oír al oyente de la audición. No puedes pensar en quien piensa el pensamiento. No puedes conocer al que conoce el conocimiento. Todo, menos él, es pura miseria.
Entonces Usasta guardó silencio. (Brihadaranyaka Upanishad, 3.4.1.)
Brahman, Eso es perceptible inmediatamente, más hondo que las formas pero no separado de ellas.
No es algo perceptible en medio de lo perceptible como una cosa más. Es perceptible en lo perceptible.
Es inmediato porque no hay nada que pueda tapar su inmediatez.
Eso que está en el interior de todo, Eso es tu propio ser. Fuera de Eso, en ti no hay nada.
Es el respirar de tu respirar, el ver de tu ver, el oír de tu oír, el pensamiento de tu pensamiento, el ser de tu ser.
Eso es único porque frente a él no hay nada.
Toda realidad es esa realidad de la realidad. Fuera de la realidad de la realidad, no hay realidad alguna.
4.
A continuación le preguntó Gargi:
Gargi: Yajñavalkya, siendo así que la trama y la urdimbre de todo este mundo se sostiene entretejidas en las aguas ¿dónde, en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de las aguas?
Yajñavalkya: En el viento, Gargi.
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre del viento?
Yajñavalkya: En los mundos intermedios.
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de los mundos intermedios?
Yajñavalkya: En el mundo de los gandharva, Gargi.
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre del mundo de los gandharvas?
Yajñavalkya: En los mundos del Sol, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de los mundos del sol?
Yajñavalkya: En los mundos de la Luna, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de la Luna?
Yajñavalkya: En los mundos de las estrellas, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de las estrellas?
Yajñavalkya: En los mundos de los dioses, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de los mundos de los dioses?
Yajñavalkya: En los mundos de Indra, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de los mundos de Indra?
Yajñavalkya: En los mundos de Prajapati, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de los mundos de Prajapati?
Yajñavalkya: En los mundos de Brahma, Gargi
Gargi: ¿Dónde en verdad, se sostienen entretejidas la trama y la urdimbre de los mundos de Brahma?
Yajñavalkya: Gargi, no preguntes demasiado, no sea que caiga tu cabeza. Estás preguntando demasiado sobre la divinidad sobre la cual, verdaderamente, no se debe preguntar más. Gargi, no preguntes demasiado.
Entonces Gargi guardó silencio. (Brihadaranyaka Upanishad, 3.6.1)
Gargi pretende encontrar el fundamento último de las cosas, y genera un encadenamiento. A surge de B; B de C; C de D…. Pero no se puede encontrar una causa primera de todo porque, las creaciones se realizan desde dentro.
Querríamos que “la realidad de la realidad” fuera una realidad más entre las realidades. Por más que se pregunte no se la puede separar de las formas en las que se presenta.
No es un ser entre los seres, no es una realidad, aunque suprema, entre las realidades. Es la realidad de toda realidad.
Toda realidad no es “otra” de esa realidad de las realidades.
Mira y siente directamente esa realidad de toda realidad.
5.
El gandharva preguntó: «¿Conoces tú, Kapya, aquel rector interno que desde el interior rige este mundo, el otro mundo y todos los seres?». Kapya contestó: «Señor, yo no lo conozco».
Entonces el gandharva dijo: «Kapya, quien de veras conoce ese hilo y ese rector interno, ése es un conocedor del Brahman, conocedor de los mundos, conocedor de los dioses, conocedor del Veda, conocedor de los seres, conocedor del Âtman, conocedor de todo».
A continuación Uddalaka preguntó a Yajñavalkya: ¿conoces tú aquel rector interno que desde el interior rige este mundo, el otro mundo y todos los seres?
Yajñavalkya: Uddalaka, sí que conozco, en verdad ese hilo y ese rector interno.
Uddalaka: en realidad, cualquiera podría decir: «lo conozco. Lo conozco». Explícalo tal y como lo conoces tú.
Yajñavalkya:
Aquel que morando en la tierra
se encuentra en el interior de la tierra,
aquel a quien la tierra no conoce,
cuyo cuerpo es la tierra,
que rige la tierra desde su interior,
ése es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en las aguas
se encuentra en el interior de las aguas,
aquel a quien las aguas no conocen,
cuyo cuerpo es las aguas,
que rige las aguas desde su interior,
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el fuego
se encuentra en el interior del fuego,
aquel a quien el fuego no conoce,
cuyo cuerpo es el fuego,
que rige el fuego desde su interior,
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en la atmósfera
se encuentra en el interior de la atmósfera,
aquel a quien la atmósfera no conoce,
cuyo cuerpo es la atmósfera,
que rige la atmósfera desde su interior,
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el viento
se encuentra en el interior del viento,
aquel a quien el viento no conoce,
cuyo cuerpo es el viento,
que rige el viento desde su interior,
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el cielo
se encuentra en el interior del cielo,
aquel a quien el cielo no conoce,
cuyo cuerpo es el cielo,
que rige el cielo desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el sol
se encuentra en el interior del sol,
aquel a quien el sol no conoce,
cuyo cuerpo es el sol,
que rige el sol desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en los puntos cardinales
se encuentra en el interior de los puntos cardinales,
aquel a quien los puntos cardinales no conocen,
cuyo cuerpo es los puntos cardinales,
que rige los puntos cardinales desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en la luna y las estrellas
se encuentra en el interior de la luna y las estrellas,
aquel a quien la luna y las estrellas no conocen,
cuyo cuerpo es la luna y las estrellas,
que rige la luna y las estrellas desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el espacio
se encuentra en el interior del espacio,
aquel a quien el espacio no conoce,
cuyo cuerpo es el espacio,
que rige el espacio desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en las tinieblas
se encuentra en el interior de las tinieblas,
aquel a quien las tinieblas no conocen,
cuyo cuerpo es las tinieblas,
que rige las tinieblas desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en la luz
se encuentra en el interior de la luz,
aquel a quien la luz no conoce,
cuyo cuerpo es la luz,
que rige la luz desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Hasta ahí en cuanto a las divinidades. Ahora en cuanto a los seres.
Aquel que morando en todos los seres
se encuentra en el interior de todos los seres,
aquel a quien ningún ser conoce,
cuyo cuerpo son todos los seres,
que rige todos los seres desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Hasta aquí en cuanto al plano de los seres. (Brihadaranyaka Upanishad, 3.7.1- 3.1.15)
El que mora en todos los seres sin excepción,
que está en el interior mismo de los seres,
el cuerpo de esa dimensión absoluta no es “otro” de los seres,
pero que a pesar de ser la realidad de toda realidad, los seres no le conocen,
que los rige a todos desde su mismo interior,
ese es tu lado absoluto, es el rector interno, el que no está sometido ni al nacer ni al morir.
No se puede decir de forma más precisa y más honda lo que es la realidad verdadera de toda realidad.
Hay que meditarlo hasta que transforme nuestro pensar, nuestro sentir y nuestra visión de todo lo real.
La dimensión absoluta de lo real lo constituye y lo rige todo.
6.
Ahora en cuanto al individuo.
Aquel que morando en la respiración
se encuentra en el interior de la respiración,
aquel a quien la respiración no conoce,
cuyo cuerpo es la respiración,
que rige la respiración desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el habla
se encuentra en el interior del habla,
aquel a quien el habla no conoce,
cuyo cuerpo es el habla,
que rige el habla desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el oído
se encuentra en el interior del oído,
aquel a quien el oído no conoce,
cuyo cuerpo es el oído,
que rige el oído desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en la mente
se encuentra en el interior de la mente,
aquel a quien la mente no conoce,
cuyo cuerpo es la mente,
que rige la mente desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en la piel
se encuentra en el interior de la piel,
aquel a quien la piel no conoce,
cuyo cuerpo es la piel,
que rige la piel desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el conocimiento
se encuentra en el interior del conocimiento,
aquel a quien el conocimiento no conoce,
cuyo cuerpo es el conocimiento,
que rige el conocimiento desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Aquel que morando en el semen
se encuentra en el interior del semen,
aquel a quien el semen no conoce,
cuyo cuerpo es el semen,
que rige el semen desde su interior
ese es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
(Brihadaranyaka Upanishad,3.7.16- 3.7.22)
La dimensión absoluta de lo real, la realidad de la realidad constituye al individuo y es quien, desde su propio interior lo rige todo.
En cada uno de nosotros no hay otra realidad que esa “realidad de la realidad”.
7.
Ese es tu Âtman,
el rector interno,
el inmortal,
el vidente invisible,
el oyente inaudible,
el pensante impensable,
el conocedor desconocido.
No hay ningún otro vidente sino él.
No hay ningún otro oyente, sino él.
No hay ningún otro ser pensante sino él.
No hay ningún otro conocedor sino él.
Él es tu Âtman, el rector interno, el inmortal.
Todo fuera de él es pura miseria. (Brihadaranyaka Upanishad, 3.7.23)
Ese Âtman, lo real de lo real, es el único ser de todas nuestras facultades.
Nadie ve, ni oye, ni piensa, ni conoce sino él.
Él actúa cuando actuamos, el decide cuando decidimos, él es el único rector interno.
Él nos lleva a comprender que no estamos metidos en el círculo del nacer y morir.
Concluye el texto: fuera de esta comprensión de lo que es nuestra verdadera realidad, no hay más que miseria.