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La luz a ti debida

Sé que llegará el día en que ya nunca Volveré a contemplar Tu mirada curiosa y asombrada. Tan sólo en tus pupilas Compruebo todavía, Sorprendido, La belleza del mundo -y allí, en su centro, tú, iluminándolo. Por eso, ahora, Mientras aún es posible, Mírame mirarte; Mete todo tu asombro En mi mirada, Déjame verte cuando tú me miras También a mí, Asombrado De ver por ti y a ti, asombrosa. Ángel González, Otoños y otras luces, Editorial Tusquests, 2008Selección Pepa Torras Virgili

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Sin más peso

Por un Dios que se ría como un niño Tanto grito de pájaro, Tanta danza en las ramas, Un alma que da sin más peso, Los prados tienen una tal ternura, Un tal pudor en los ojos revive, Las manos como hojas Se encantan en el aire... ¿Quién teme ya, quién juzga? Giuseppe Ungaretti, Sentimiento del tiempo, Galaxia Gutenberg, Selección Pepa Torras Virgili

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Rabindranath Tagore, Últimos poemas

La vida que fluye por mis venas, noche y día, Danza en ritmos maravillosos en los cielos, Circula a través de los poros de la tierra, Llevando alegría a las hojas, flores y granos. Año tras año, vida y muerte saltan Con la marea y flujo de los océanos. Esa vida perpetua late por mis miembros, Dándoles majestad, Y el latir de las Edades Baila en mis nervios. Rabindranath Tagore, Últimos poemas, Visor de poesía, 2002Selección Pepa Torras Virgili

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Ahora que siento amor

Ahora que siento amor Siento interés por todo lo que huele. Nunca antes me interesó que una flor tuviese olor. Ahora siento el perfume de las flores como si viese algo nuevo. Sé bien que ellas olían, como sé que existían. Son cosas que se saben por fuera. Pero ahora lo sé con la respiración de la parte de atrás de la cabeza. Hoy las flores me saben bien con un gusto que se huele. Hoy a veces me despierto y huelo antes de ver. Fernando Pessoa, Poesías completas de Alberto Caeiro, Editorial Pre-textos, 1997 Selección Pepa Torras Virgili

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El libro de horas

Aunque todos se esfuerzan por salir de sí mismos Como de la prisión que les odia y encierra, Existe un gran milagro en este mundo: Yo lo siento: se vive toda vida. ¿Quién, entonces, la vive? ¿Son las cosas, que como melodía no tocada, en la tarde se quedan, como en arpas? ¿Son los vientos, que alientan las aguas, son las ramas, que están haciendo señas, son las flores, que tejen los perfumes, son las largas, vetustas alamedas? ¿Son los calientes animales, que andan, son las aves, que extrañas se remontan? ¿Quién la vive? ¿Tú, Dios, vives la vida? Rainer Maria Rilke. El libro de horas. Editorial Lumen, 1993

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