El tránsito hacia las sociedades de conocimiento y la necesidad del cultivo de la cualidad humana y la cualidad humana profunda para el desarrollo Tecnocientífico
José Manuel Bobadilla Asumimos que las sociedades de conocimiento aún no están en pleno funcionamiento y es más, afirmamos que los pequeños grupos o colectivos que viven de la creación continua de ciencia y tecnología están sometidos al sistema capitalista basado, en su estructura profunda, en tres principios: individualismo, neoliberalismo y capital financiero. El individualismo afirma la existencia del individuo ontológicamente existente y que está desvinculado del resto de personas, el neoliberalismo es la doctrina económica que implica la no intervención del Estado en el mercado y, estos dos conceptos juntos, dan forma al individualismo neoliberal que defiende la premisa que nada ni nadie está por encima del individuo y sobre todo, que nadie puede obligar al individuo a tomar decisiones que coarten su supuesta libertad individual. El capital financiero, dentro de este marco individualista y neoliberal, se transforma en capitalismo cuya finalidad es producir bienes y servicios a gran velocidad en el corto y medio plazo sin darle importancia a los desastres ecológicos y sociales que su ideología está causando.
Urge solventar los problemas axiológicos en las Sociedades de Conocimiento
Marià Corbí Habrá que convencer a las gentes que las ciencias, ni siquiera las ciencias humanas, no son capaces de solventar los problemas axiológicos. Igualmente habrá que convencerles de que no pueden continuar interpretándose desde la Epistemología Mítica (a partir de ahora EM), como descripción de las realidades, aunque estén todavía en proceso. Las ciencias no describen la realidad, la modelan. Las cuestiones axiológicas tienen sus propios modos para resolverse. Es de suma importancia que los colectivos tomen conciencia de que todo lo que se refiere a sistemas axiológicos tiene, ahora, un mal funcionamiento. Con conciencia de que todo está funcionando mal, habría que intentar por todos los medios conducir a las sociedades actuales a que tengan una experiencia inmediata y directa a la doble dimensión (a partir de ahora 2D) de toda realidad. Esa sería la base para buscar una solución.
¿Qué dicen las cosas?
Marià Corbí La muerte, la gran cazadora, ya me está alcanzando. Sé que es implacable, pero no es enemiga. He de apresurarme a escuchar lo que dicen todas y cada una de las cosas. Me hablan claramente y me dicen: No somos lo que te dicen tus sentidos. Tampoco somos la interpretación que haces de nosotras, según el PAC cultural que te rige. Somos lo que decimos, no lo que tú nos haces decir. Escúchanos y te hablaremos sin palabras, y nos comprenderás. No vengas a nosotras esperando algo. No vengas diciéndonos lo que somos. Cállate. Si te interesas por nosotras, y no por lo que piensas conseguir de nosotras, si tu interés es verdadero, porque sí, porque estamos frente a ti y contigo, te hablaremos claro.
El nuevo camino espiritual o la nueva forma de acceder a la experiencia de la Dimensión Absoluta (DA)
Marià Corbí Hace décadas que aprendí a volverme a las cosas, y desde entonces lo he estado practicando con toda la intensidad que he sabido. Pero lo que he planteado en los últimos apartados, de alguna manera, es un paso más en mi concepción de lo que es el camino espiritual, no solo para mí si no para los miembros de las sociedades de conocimiento y para las sociedades en tránsito. Lo que creo que es novedad es que he comprendido que estos tipos de sociedades tienen las cosas más claras, nítidas y sencillas de lo que había imaginado. Las nuevas sociedades que, o no pueden creer o tienen dificultades para mantener las creencias, bastará que adopten una actitud parecida a la de los artistas. Los artistas no necesitan hacer divina a la belleza, ni enviarla a los cielos, se vuelven solo, con todo el corazón y la mente, a las cosas, para poder captar su belleza multiforme e inacabable para sentirse conmovidos y necesitados de decir el milagro, la maravilla y el misterio que vieron en las humildes cosas de nuestro mundo, modelado por nuestra necesidad en cada tipo de cultura. Y lo que con sus creaciones son capaces de decir vale para todas las culturas y para todos los pueblos y toda la historia humana, si los humanos tienen la sensibilidad suficientemente educada.
La mirada técnica y la mirada libre de formas en las formas
José Manuel Bobadilla Somos un animal con un doble acceso a la realidad. Un acceso relativo a las necesidades humanas dominado por las formas y otro no relativo a las necesidades humanas y liberado de las formas. Uno de nuestros principales sentidos, como animales depredadores que somos, es la mirada. Mirar el mundo es una forma de sentir el mundo y, por tanto, dependiendo de como lo miremos, nuestro sentir estará condicionado a ello. Miramos el mundo desde un lenguaje concreto y actualmente, el lenguaje que da forma a nuestra mirada, es el lenguaje abstracto de las ciencias y las tecnologías. Nuestra forma de mirar el mundo está construida desde la técnica; una mirada que instrumentaliza el entorno y nos impide volver a las cosas de una manera limpia, es decir, liberada de las formas en las formas. En las sociedades de conocimiento, el dominio de lenguaje abstracto construye la barrera científica y tecnológica que nos dice que una flor es simplemente una flor, o como mucho, nos proporciona una mirada biológica de la flor. En ella no vemos el misterio de los mundos porque nuestro mirar está encerrado en el prisma científico y tecnológico.