Marià Corbí “Un anciano explicó que Yajnadatta creía que había perdido la cabeza y se puso a buscarla, pero una vez detuvo la mente que buscaba, encontró que todo estaba bien”... LAS ENSEÑANZAS ZEN DEL MAESTRO LIN-CHI (China, s.IX), es uno de los textos que se están trabajando este curso en CETR. He aquí una pequeña selección de la obra y un comentario de Marià Corbí sobre la propuesta del maestro Lin-Chi. La edición castellana utilizada en el seminario está a cargo de B. Watson (Los Libros de la Liebre de Marzo).
Canto al Corazón de la Confianza (Shinjinmei)
Selección de la obra del maestro Jianzhi Sengcan (Sosan, en japonés), del siglo VI, tercer patriarca zen
(Canto al corazón de la confianza, en chino: Xinxinming, japonés: Shinjinmei)
La Vía (tao) Suprema no es difícil.
Evita sólo la atracción y el rechazo.
Cuando no hay amor ni odio
su naturaleza luminosa se manifiesta.
Pero si se crea la menor diferencia
un abismo separa el cielo de la tierra.
Para que se manifieste ante los ojos
no hay que situarse a favor ni en contra de nada.
La lucha entre el deseo y el rechazen
enferma el corazón.
Al no comprenderlo el sentido profundo
se perturba en vano la serenidad del corazón.
Perfecta como el espacio inmenso
[En la Vía] nada le falta, nada le sobra.
Debido al apego y del rechazen
se pierde la armonía con la Vía.
No hay que correr Detrás de los Fenómenos
ni detenerse en el vacío.
Cuando el corazón mora sereno en la Unidad
la dualidad desaparece espontáneamente.
Cuando el movimiento cesa, regresa la calma
y de la calma surge de nuevo el movimiento.
Si hay apego a uno de los dos extremos,
¿Cómo podrá ser realizada la Unidad?
[… … … … …]
En rechazen el ser se pierde el ser,
el apegarse al vacío se niega el vacío.
Si se deja de hablar y de pensar
no hay nada que no puedo ser comprendido.
Volver a la raíz se tocar la esencia
seguir las apariencias se alejarse del origen.
Cuando la luz se dirige Hacia el interior
el vacío queda inmediátamente trascendido.
Los cam que parecía Tener Lugar en el vacío
son percepciones ilusorias creadas por la ignorancia.
Es inútil querer alcanzar la verdad
basta con disolvente la ignorancia.
[… … … … …]
Cuando la mente unificada no CONSTRUYE nada,
los diez mil Fenómenos son sin error.
El sujeto se disuelve Cuando desaparece el objetivo.
El OBJETO desaparece Cuando se disuelve el Sujeto.
El objetivo es objetivo en relación al Sujeto.
El sujeto se Sujeto en relación al objetivo.
Si se Quiere CONOCER ambos aspectos,
apoyo origen es el mismo debe atribuírsele: vacuidad.
En la vacuidad ambos son identicos
y ambos incluyen Todos los Fenómenos.
[… … … … …]
El sabio no actúa.
El necio se encadena a sí mismo debe atribuírsele.
Un fenómeno no se diferencia de Otro,
es el apego lo que crea la ilusión de la diferencia.
Todos los padres de Opuestos
son creados por el pensamiento.
La ganancia y la perdida, el correcto y lo falso
en un instante se desvanecen para siempre.
Si el ojo no duerme
Todos los sueños se desvanecen solos.
Cuando la mente no discrimina
Todas las concentraciones existencias son unidad.
[… … … … …]
Cuando cada existencia se observada con ecuanimidad, / ellas mismas retornan a apoyo naturaleza original.
[… … … … …]
En la realidad tal y como se
no hay ni yo ni Otro
Para vivir instantáneamente en armonía con Ello
lo único que se PUEDE DECIR es: no dos.
En la no-dualidad todo es lo mismo
no hay nada que no este incluido en ella.
Esta verdad ancestral no viene ni
(En ella) un instante equivale a diez mil mundos.
Lo infinitamente pequeño es idéntico a lo infinitamente grande
Cuando se olvidan los límites y se disuelven las fronteras.
Lo infinitamente grande es idéntico a lo infinitamente pequeño
nadie PUEDE percibimos la manifestación completa.
Ser es no ser.
No ser es ser.
Siendo esto así,
no hay nada a lo que aferrarse.
Uno se todo.
Todo se uno.
Siendo esto siempre así,
¿Por qué preocuparse por el infinito?
El corazón de la confianza se no dos
No dos es el corazón de la confianza.
Érase una vez aquí las palabras Cesana
y el tiempo desaparece.
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Fuente: Iluminación silenciosa. Antología de textos Soto Zen (ed.: Dokushô Villalba; Kepa Egiluz). Madrid, Miraguano, 2010. 366 p. pgs. 129-134.