Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos.
Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana.
Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
CONFERENCIA “LA CRISIS DE LA DEMOCRACIA LIBERAL EN EL MUNDO”
CONFERENCIA “LA CRISIS DE LA DEMOCRACIA LIBERAL EN EL MUNDO”
Manuel Castells, profesor emérito de Sociología de la Universidad de California, Berkeley y profesor de Comunicación en la Universidad del Sur de California es uno de los mayores especialistas del mundo en materia de explosiones sociales. Este sociólogo y economista español, que es también uno de los autores más citados en ciencias sociales, analizó la crisis que está experimentando la democracia liberal en el seminario “Explosiones sociales: una visión global” que organizó el Centro de Estudios Públicos, CEP, en Valparaiso (Chile) el 6 de noviembre pasado.
Sobre las explosiones sociales que están viviendo muchas naciones entre ellas Chile, dice:
“Lo que está pasando en Chile no es excepcional, para nada es un fenómeno global. No se asusten en el sentido de que están solos, si se hunden se hunden con todo el mundo, porque está todo el mundo así. O la especie humana se mentaliza de alguna manera, no solamente con respecto al clima, sino con respecto a las Instituciones, con respecto a las aspiraciones de todos los jóvenes del mundo, es decir, o nos actualizamos o desaparecemos a corto plazo, institucionalmente, y a muy medio plazo, de 50 a 100 años como especie.
Los movimientos sociales no son movimientos políticos. Los movimientos políticos son políticos, buscan transformar el Estado. Los movimientos sociales buscan la emergencia, la difusión, el debate de nuevas formas culturales. Los ciudadanos no tienen confianza ni en sus parlamentarios, ni en sus gobiernos, ni en sus presidentes, ni sobre todo en sus partidos políticos. Hay un rechazo unánime de todos los partidos, no son considerados legítimos ni viables. Más concretamente piensan que la clase política se ha encerrado en sí misma, solo hablan entre ellos, y no se preocupan de los intereses de los ciudadanos más que para vender una opción en un mercado electoral cada cuatro años.
La primera consecuencia de esa crisis de legitimidad política: la transformación fragmentada y caótica de los sistemas políticos. La segunda: la emergencia de movimiento sociales, que los llamo movimientos sociales porque emergieron nuevos valores de todo tipo. Tercero, lo que ocurre en estos momentos: explosiones sociales. Es decir movimientos no articulados y en torno a proyectos que intentan cambiar ciertas formas de las instituciones. Simplemente la gente no puede más y explota. Y explota en algunos lugares con violencia limitada en otros con violencia más extrema. Esta violencia no son provocadores profesionales que los hay. Hay infiltrados y hay vándalos, pero no es lo esencial. Lo esencial es cuando una fracción de un movimiento mucho más amplio democrático, pacífico, etc. no puede más y entonces se enfrentan a la policía. No piensen que esto va a pasar. No piensen que esto es un mal sueño que cerrando los ojos va a desaparecer y ya está. No va a pasar. Hay causas muy profundas que las tienen que encontrar ustedes, y también las soluciones las tienen que encontrar ustedes, la sociedad chilena. Pero no pasen de puntillas sobre esto y que no piense nadie que con cuatro medidas de algún tipo esto ya se soluciona.”