Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos. Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana. Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
Crisis axiológica y cambio valoral en México. Perspectivas para la construcción de un sujeto social ético. (Encuentro Internacional 2012)
Desde este espacio se comparte la tesis de que la actual crisis axiológica y el cambio valoral de las sociedades contemporáneas representa la raíz de todas las crisis que sufre nuestro mundo. Como sabemos, detrás de toda crisis económica, política, social, ambiental, religiosa, podemos encontrar una diversidad de actos humanos que atentan contra la convivencia social guiados por el afán de poder, de dominio y de lucroque terminan por imponer las condiciones decómo nos relacionamos tanto en el ámbitopersonal, social, nacional e internacional.
Esos actos que causan conflicto y que son motivados por valoraciones que atentan contra el Otro (persona, comunidad, clase social, raza, credo, pueblo, cultura, nación) son el núcleo de la crisis axiológica, que si bien no es nueva porque siempre han existido relaciones de dominación, sí exige sin embargo, una profunda revisión con el propósito de contribuir en la construcción de nuevos saberes y prácticas que cambien esa antropología de poder por un proceso de humanización donde se reconozca el profundo valor de la vida como totalidad con sus intrínsecas relaciones de coexistencia[1].Hasta el momento no hemos terminado de entender que la existencia humana depende de la relación armoniosa con los demás, de la religación con el mundo, con la naturaleza y con la espiritualidad.
En este sentido, ni las tecnociencias, ni el modelo económico globalizado, ni la influencia de los medios de comunicación, ni el predominio del poder, deben ser quienes sigan condicionando el entramado de las relaciones humanas. La tarea no es nada sencilla toda vez que la ideología neoliberal ha venido imponiendo nuevas valoraciones y valores, comenzando por desarticular la dimensión social de la persona humana, reduciéndola sólo a su estatus de individuo que tiene que luchar por su existencia a costa de lo que sea, incluyendo la violación de los derechos de los demás. Esta ideología del individualismo, del egoísmo, de la ambición desmedida, de la dominación, pretende constituirse en el nuevo marco axiológico de una sociedad fragmentadaque va perdiendo paulatinamente su naturaleza relacional.
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[1] Boff, Leonardo, La dignidad de la Tierra. Ecología, mundialización, espiritualidad. La emergencia de un nuevo paradigma. Editorial Trotta, Madrid 2000, p.23