John Berger ¿Se puede escribir todavía algo sobre él? Pienso en todas las palabras que ya se han escrito, incluidas las mías, y la res- puesta es “no”. Si miro sus cuadros, la respuesta vuelve a ser “no”, aunque por una razón diferente: sus cuadros invitan al silencio. Casi iba a decir que ruegan silencio, y eso habría sido falso, pues ni una sola de sus imágenes, ni siquiera la del anciano con la cabeza entre las manos en el umbral de la eternidad, muestra el menor patetismo. Siempre detestó inspirar compasión y hacer chantaje. Solo cuando veo sus dibujos me parece que merece la pena añadir algunas palabras. Tal vez porque sus dibujos tienen algo de escritura, y a menudo dibujaba en las cartas. El proyecto ideal habría sido dibujar el proceso que llevaba a sus dibujos, tomar prestada su mano de dibujante. Sin embargo, lo intentaré con palabras.
Edmond Jabès
Muy pronto me encontré ante lo incomprensible, lo
Impensable, la muerte.
Desde ese instante supe que nada, aquí abajo, era
Compartible, porque nada nos pertenece…
Hay en nosotros una palabra más fuerte que todas
Las demás –más personal también.
Palabra de soledad y de certeza, tan sumergida en su
Noche que apenas a sí misma se hace audible.
Palabra del rechazo pero, igualmente, del compromiso
Absoluto, que forja vínculos de silencio en el silencio
Abisal del vínculo.
Esa palabra no se comparte. Se inmola.
Edmond Jabès, Cuaderno de versiones de José Ángel Valente
Selección Pepa Torras Virgili