A mí me llama la atención que siempre se habla, y con razón, de libertad…
He obtenido un corazón
Siendo joven aún, me di a buscar abiertamente la sabiduría, y hasta mi último día la andaré buscando. Grandes han sido mis ganancias. Desde mi juventud he seguido sus huellas. Decidí ponerla en práctica ocupándome del bien. Mis entrañas se conmovieron por buscarla y por ella he obtenido un corazón desde el principio. ¡Qué grande es mi adquisición! (Eclesiástico 51)