Marià Corbí Nuestro ser cognoscitivo es una suma diversificada de funciones psíquicas: percepción, sensibilidad, conocimiento, amor, imaginación, voluntad, etc.; todo ello son aspectos diferentes de nuestro ser cognoscitivo. El núcleo de nuestro ser es percibir, tomar conciencia. Caminar hacia el conocimiento no puede tener fin. Siempre empezando mundos nuevos. El camino hacia la verdad, es un camino y una búsqueda que se hace con todo el ser, con la mente y el sentir. La verdad que se indaga es, al mismo tiempo, la verdad humana y más allá de toda medida humana. Es un camino sin fin. Es aprender a ser testigos imparciales del misterio sin fin de la existencia. La naturaleza humana y su destino es aprender, y aprender sin límite. Su ser conciencia-testigo es lo que lo define, y llegar a ser esta conciencia-testigo es lo que constituye su beatitud. Las creaciones de nuestra mente dirigen nuestra suerte como humanos.
KARIKA DE GAUDAPADA (II.9-11.)
Lo que en el sueño se imagina como conciencia interna es irreal y lo que se percibe como exterior parece real. Pero tanto lo imaginado como lo percibido es igualmente ilusorio.
En el estado de vigilia sucede lo mismo, lo que se imagina como conciencia de lo interno es irreal y lo que percibe como conciencia de lo externo parece real. Pero la razón nos dice que en ambos casos es ilusorio.
Si en los dos estados los fenómenos son ilusorios, ¿quién capta esos objetos? y ¿quién los crea?
KARIKA DE GAUDAPADA (II.9-11.)….
Traducción de Consuelo Martín Ed. Trotta