Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos. Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana. Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
La música en las sociedades de Conocimiento (SC)
La música es el arte más sutil porque emplea los sonidos, lo más leve de lo sensitivo, para expresar lo sutil.
La música, durante milenios ha utilizado los sentimientos humanos para cantar a la Dimensión Absoluta (DA). Fue una gran habilidad partir de los sentimientos del yo para referirse a lo que está más allá del yo. Utilizó sentires de Dimensión Relativa (DR) para cantar el misterio de la DA, intensificando la conmoción de las entrañas, para que resuene el sentir hondo.
La música empuja las conmociones del cuerpo para llevarlas a la frontera de lo que no es nombrable. No utiliza palabras para aludir a aquello de lo que no se puede hablar. Las palabras que se emplean en los cantos están al servicio de la música misma. La música canta explícitamente la verdad muda. Habla sin palabras de lo que no cabe en las palabras.
Es el don de un silencio que se expresa cantando.
La nueva música ha aprendido a cantar la DA sin pasar por los sentimientos del yo; se ha hecho más sutil para cantar lo sutil. No habla desde los sentimientos, canta desde Eso que es, a Eso que es. Pone directamente frente al misterio innombrable, sin mediación de los sentimientos de yo.
¿Qué pasa con la estructura de la música en las SC?
Con la aparición de las sociedades industriales se va abandonando la escala tonal para la construcción musical; escala tonal que estaba construida basándose en las entonaciones del habla, estaba próxima al sentir humano.
Las sociedades industriales interponen entre los colectivos y las formas de sobrevivencia en el medio a las ciencias y las técnicas rápidamente abundantes y alteran, con ello, la relación axiológica que habían mantenido las sociedades preindustriales durante milenios. Eso lleva a alejarse progresivamente de la escala tonal y sus consonancias hasta conducir a proponer la sustitución de la escala tonal por el serialismo y la disonancia como norma.
Cuando llegan las SC, la sobrevivencia en el medio está ya completamente mediada por las tecnociencias. No hay una relación axiológica con el medio que determine los sistemas de vida colectivos (PACs), sino que tienen que construirse explícitamente.
La música, en esta situación, está libre de la tonalidad y de sus exigencias, está libre de cualquier tipo de legalidad fijada e impositiva y puede trabajar en el amplio campo de los sonidos y de los ruidos para indagar, desde el mundo sonoro, la DA de la realidad.
No está obligada a expresar la DA desde el mundo de los sentimientos humanos. Puede indagar y expresar la belleza y su verdad a través del mundo sonoro sin partir de los sentires relacionados con el yo y más allá de ellos, como hacen las ciencias y las tecnologías sin sumisiones ningunas.
A una sobrevivencia conseguida por las creaciones continuadas y libres de las tecnociencias, de los nuevos productos y nuevos servicios, corresponde una música fundamentada en la creación continuada libre y sin sumisiones.
Los sentires que levantará la música se saltan las mediaciones de los sentimientos del ego, para referirse al sentir hondo del misterio de los mundos, expresado desde los sonidos en su amplio aspecto.