El sol brilla por sí mismo y manifiesta la nube que lo oculta
Shankarâchârya (maestro vedantino. India, s. VIII-IX) Como las flores de una guirnalda sostenidas todas sobre un mismo hilo, los cuerpos, del primero al último, se sostienen todos continuamente en Mí. Del mismo modo que al hilo no le afecta el orden de las flores, Yo, uno y omnipresente, no soy afectado por el orden de los cuerpos. Cuando las flores son destruidas, el hilo no es destruido; cuando los cuerpos son destruidos, Yo, eterno, no soy destruido. A pesar de que sea un solo rayo de sol el que llega hasta la cama, parecen ser muchos cuando la luz atraviesa los agujeros del trenzado de cuerdas; del mismo modo, siendo omnipresente, parezco múltiple en la variedad de campos de conocimiento. Y así como el propio rayo no es afectado por las formas de los agujeros de la cuerda, así Yo, omnipresente, no soy afectado por las características de los campos…
El conocimiento de sí mismo
(Bombay, 1897-1981) Aprender palabras no basta. Puede usted conocer la teoría, pero sin la experiencia real de sí mismo como el centro del ser, del amor y de la bienaventuranza impersonal, el mero conocimiento verbal es estéril. P: Entonces ¿qué debo hacer? Pregunta: Estoy deseoso de aprender - Aprender palabras no basta. Puede usted conocer la teoría, pero sin la experiencia real de sí mismo como el centro del ser, del amor y de la bienaventuranza impersonal, el mero conocimiento verbal es estéril. P: Entonces ¿qué debo hacer? - Intente ser, sólo ser. La palabra más importante es “intente”. Concédase suficiente tiempo cada día para sentarse en calma e intentar, simplemente intentar, ir más allá de la personalidad con sus aficiones y sus obsesiones. No pregunte cómo, pues no puede ser explicado. Sencillamente siga intentándolo hasta lograrlo. Si persevera no puede haber fracaso. Lo que importa sobre todas las cosas…
El esplendor de la nada
Las palabras no son nuestra meta final, ni siquiera se le parecen, pero construyen el camino de llegada y, una vez llegados, todas ellas se funden en ese silencio feraz del que salieron, el silencio docto y vivo, el no-saber de Sócrates y de los místicos renanos. Rafael Redondo se ha visto obligado a escribir -el lector lo sentirá pronto- movido por una necesidad interna que está mucho más allá de cualquier intención o propósito personales. (Vicente Gallego, poeta).
Intentar comprender el mundo
Adam Zagajewski, poeta y ensayista polaco. Pasó fugazmente por Barcelona para participar en el ciclo Europa eslava y su literatura (CaixaForum). Considerado por muchos una de las voces contemporáneas más relevantes, ha vivido en París y en EE. UU., pero jamás ha abandonado su lengua polaca. Para él, la poesía es la búsqueda de resplandor, ese algo que hay más allá de las palabras: "...Se transmite alguna experiencia que está antes de las palabras, ¿cómo?..., a través de los agujeros que hay en las palabras". "Intentar comprender el mundo es un tipo de amor" IMA SANCHÍS - (La Vanguardia, 23/03/2009, p. 68 –La Contra-) [selección] Lvov, la preciosa ciudad donde nació... Sí, pero cuando yo tenía cuatro meses la población fue expulsada porque Lvov fue incorporada a la URSS, y se convirtió en otra. Su familia pertenecía a la intelligentsia. Sí, procede de la pequeña nobleza rural que, hace mucho,…
Te saludo, ¡oh ser!
Yoga Vashistha El gran mito cósmico que muestra lo que el cosmos lleva en su seno, me muestra mi propia realidad, la verdadera realidad de toda cosa. El siguiente texto del Yoga Vashistha (s.V-Viii¿?) surge del reconocimiento. Te saludo, ¡oh ser!, que resides en el loto del corazón y cuyas dos alas son la conciencia y su reflexión. Te saludo, oh ser!, el sol que despeja la obscuridad de la ignorancia. Te saludo, ¡oh ser!, el promotor del amor supremo que mantiene todas las cosas del universo. ¡Oh, ser!, brillas en el sol con luminosidad y pureza, y resplandeces fríamente en la luna. La pesadez de las montañas y la velocidad del viento surgen de ti mismo. Por tu causa la tierra es firme y el espacio vacío. Afortunadamente te he comprendido. Por suerte, ya no hay diferencia entre tú y yo: tú eres yo, yo soy tú. ¡Saludo…