Alegoría del crecimiento del árbol de la ignorancia
Yoga Vâsishtha. Ahora voy a explicarte, amado Râma, cómo crece en todas direcciones la temible planta de la ignorancia. Florece en el bosque del mundo objetivo y está arraigada en el firme suelo de la conciencia. Los tres mundos son su cuerpo y el universo entero su piel. La alegría y el dolor, la existencia y la muerte, la sabiduría y la ignorancia son sus raíces y sus frutos. Mientras esta ignorancia piensa en el placer, está experimentándolo, y cuando piensa en la tristeza, experimenta este sentimiento. Cuando prevalece la idea de existencia, el objeto existe, y cuando prevalece la noción de inexistencia, el objeto desaparece. La ignorancia se desarrolla por medio de la ignorancia y fructifica en una ignorancia todavía mayor. Cuando busca la sabiduría, se nutre de sabiduría y sólo crece en esta dirección. Esta planta de la ignorancia se manifiesta de muy diversas formas, estados o modos…
Todo lo que se afirma con respecto a Jesús es simbólico.
Mariano Corbí Todas las afirmaciones referentes a Jesús son una construcción simbólica hija de una inculturación en una civilización agrario/autoritaria, helena y romana. Lo difícil no es aceptar la verdad de esta afirmación teórica; lo difícil es vivir todo lo que se refiere a Jesús y a la religión cristiana desde ese pensamiento cuando se convierte en un sentir real y cotidiano. Las consecuencias, entonces, para las organizaciones religiosas, para las plegarias y rituales colectivos son graves. Nuestros antepasados tomaron a los símbolos como si fueran realmente existentes. Nosotros los tomamos como plenamente significativos pero como afirmaciones, construidas desde unos patrones culturales ya desaparecidos, que hablan de lo que, propiamente, no se puede hablar porque está más allá de las posibilidades de la estructura de nuestra lengua. Ese sustrato indecible, expresado mítica y simbólicamente en unas categorías culturales caducas, es un fundamento puramente cualitativo sobre el que sólo puede asentarse…
El valor de la diversidad de las tradiciones místicas
Mariano Corbí [Aportación del autor a la “Conferencia de expertos en tradiciones místicas y diálogo interreligioso” celebrada en Barcelona del 23-26 de Mayo de 2002] Es necesario aprender a superar las barreras culturales y reconocer la unidad profunda de las tradiciones bajo formas culturales, míticas y simbólicas muy diversas. Esas barreras son las que generan al unir el camino interior con un cuadro de creencias incondicionales. En un mundo globalizado, ya nadie debiera recluirse en su propia tradición, ni menos recluirse en sus creencias. Sólo cuando se reconoce la unidad aparece la riqueza de la diversidad: diversidad de sistemas simbólicos y de expresión, y diversidad de sistemas de iniciación y silenciamiento. El conocimiento de la unidad radical en la diversidad de formas es la mejor ayuda para aprender a dar a las formas el valor que tienen y para trascender las formas y aproximarse al “sin forma”. Y trascender esas…
Quien cree poseer la verdad cree que todos deben venir a ella
Mariano Corbí No interesan las religiones entendidas como sistemas de creencias, comportamientos y rituales fijados e intocables. Lo verdaderamente interesante es el camino interior, la Vía, la espiritualidad o como quiera que se llame a esa otra dimensión del existir humano de la que hablaron las religiones del pasado. Los grandes hombres de la historia humana han hablado de esa dimensión. Ha habido grandes maestros y grandes escuelas del cultivo de esa dimensión. Incluso grandes científicos y artistas han hablado de ella. Pero sería un gran error escuchar lo que dicen los artistas y los científicos del cultivo de esa posibilidad humana y no aprender de los grandes maestros y las grandes escuelas espirituales, porque lo hacían desde las religiones que nosotros ya no podemos asumir. No interesan las religiones, pero sí los maestros de la Vía que hablaban y enseñaban en el seno de las religiones. Por razones culturales…
Raíces del diálogo interreligioso y misticismo.
Mariano Corbí El diálogo entre tradiciones que parte de las creencias y las llamadas ortodoxias, tiene severas limitaciones. Entendemos por CREENCIA la adhesión incondicional y absoluta a formas y formulaciones. El diálogo debe partir de lo que S. Juan de la Cruz llama el “toque” del Absoluto que engendra apertura interior, entrega, confianza, a eso se llama fe. Quien cree poseer la verdad cree que todos deben venir a ella y sólo puede alimentar esa idea si posee la verdad en formas y fórmulas. Ese o no tiene interés real en el diálogo, o su interés es superficial, puesto que piensa ¿que le van a ofrecer las otras tradiciones que él no tenga ya? Quien cree residir en la verdad usa el diálogo interreligioso de manera táctica como el mejor camino de traer a las demás tradiciones a la perfección de la propia verdad o como pura tolerancia en busca…