Marià Corbí Nuestro ser cognoscitivo es una suma diversificada de funciones psíquicas: percepción, sensibilidad, conocimiento, amor, imaginación, voluntad, etc.; todo ello son aspectos diferentes de nuestro ser cognoscitivo. El núcleo de nuestro ser es percibir, tomar conciencia. Caminar hacia el conocimiento no puede tener fin. Siempre empezando mundos nuevos. El camino hacia la verdad, es un camino y una búsqueda que se hace con todo el ser, con la mente y el sentir. La verdad que se indaga es, al mismo tiempo, la verdad humana y más allá de toda medida humana. Es un camino sin fin. Es aprender a ser testigos imparciales del misterio sin fin de la existencia. La naturaleza humana y su destino es aprender, y aprender sin límite. Su ser conciencia-testigo es lo que lo define, y llegar a ser esta conciencia-testigo es lo que constituye su beatitud. Las creaciones de nuestra mente dirigen nuestra suerte como humanos.
LAS NARRACIONES DE LA NATIVIDAD DE JESÚS
¿A qué realidad inefable apuntan los relatos de la natividad de Jesús? Corbí nos pone en contacto con los elementos propios de todo lenguaje simbólico presentándonos otros ejemplos de nacimientos maravillosos: Krishna, el profeta Muhammad, Zoroastro, Gengis Khan, el Buda,… Como dedos que apuntan a la luna, esos relatos, como el del nacimiento de Jesús, señalan una Verdad que excede toda posibilidad de representación. Así pues, no es el análisis textual la vía para desentrañar su mensaje sino el silencio de toda formulación. Estas narraciones no piden ser interpretadas; se trata de entender y sentir lo que dicen, porque su intención es hablar, con palabras, de lo que está más allá de las palabras.
Este texto fue presentado a debate en el Cuarto Encuentro de Can Bordoi (Julio 2007) y está incluido en el volumen que recoge las ponencias y debates del Encuentro.