A mí me llama la atención que siempre se habla, y con razón, de libertad…
Paso a paso
Dejarse tocar por cada paso, siendo uno con mi paso, en cada paso. Desarropado del yo, en cada paso; transparente, libre del peso de mi memoria, en cada paso. Abierto a lo sin forma, más allá de mi nombre y de mi forma… en cada paso.
(Rafael Redondo. El brotar del asombro. Ed. Mensajero)