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Practica de meditación 17

El Reino es como aquel tesoro escondido que uno encuentra escondido en un campo, y lo vende todo para poder comprar el campo.

Síntesis de la propuesta:
Comprender hasta qué punto nos esclaviza la persona que pensamos ser. La rueda constante de deseos y de miedos que nuestra “personalidad” sostiene y que la sostienen. Alimentar el deseo de que desaparezca, cultivar la actitud de testimonio de la naturaleza de sí mismo.
¿Quién soy? ¿Quién Eres? La práctica consiste en desviar la atención (y las respuestas) del ámbito de la persona superficial, variable, etc., llevándola hacia enfocar la conciencia inmutable, siempre presente. El que es, la que es, Es…

Práctica:

Tras unos primeros minutos de recogimiento de la atención,
Cada uno de nosotros es el campo que esconde la perla. El campo de la parábola de Jesús. Aquella perla que merece venderlo todo para obtenerla.
¿Que es la perla, en mí? ¿Qué? ¿Y qué querrá decir venderlo todo?

1. Un rato de meditación. Para impregnarse de la imagen del campo, de la perla, del jugárselo todo. Quizás no harán falta muchas palabras, seguir el hilo, valorar esas afirmaciones. Puede ayudar tener papel y lápiz a mano e intentar traducir en palabras qué es esa perla en mí, en concreto. Y qué querrá decir venderlo todo. Qué es lo que habría que dejar atrás. Cuál es la argolla que ata.

2. Sin dejar el hilo de la meditación, polarizar toda la atención hacia lo que hemos considerado “la perla en mí”. Simplemente intentarlo. Intentar establecer contacto, conciencia, de nuestra naturaleza ilimitada.

3. Respiración con repetición de alguna expresión que pueda ayudar a movilizar, a polarizar: Eres. Eres, aquí. Es. Que seas. Paz, todo lo eres.

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