John Berger ¿Se puede escribir todavía algo sobre él? Pienso en todas las palabras que ya se han escrito, incluidas las mías, y la res- puesta es “no”. Si miro sus cuadros, la respuesta vuelve a ser “no”, aunque por una razón diferente: sus cuadros invitan al silencio. Casi iba a decir que ruegan silencio, y eso habría sido falso, pues ni una sola de sus imágenes, ni siquiera la del anciano con la cabeza entre las manos en el umbral de la eternidad, muestra el menor patetismo. Siempre detestó inspirar compasión y hacer chantaje. Solo cuando veo sus dibujos me parece que merece la pena añadir algunas palabras. Tal vez porque sus dibujos tienen algo de escritura, y a menudo dibujaba en las cartas. El proyecto ideal habría sido dibujar el proceso que llevaba a sus dibujos, tomar prestada su mano de dibujante. Sin embargo, lo intentaré con palabras.
Rabindranath Tagore, Últimos poemas
La vida que fluye por mis venas, noche y día,
Danza en ritmos maravillosos en los cielos,
Circula a través de los poros de la tierra,
Llevando alegría a las hojas, flores y granos.
Año tras año, vida y muerte saltan
Con la marea y flujo de los océanos.
Esa vida perpetua late por mis miembros,
Dándoles majestad,
Y el latir de las Edades
Baila en mis nervios.
Rabindranath Tagore, Últimos poemas, Visor de poesía, 2002
Selección Pepa Torras Virgili