En el tránsito que estamos sufriendo, pasar de las sociedades agrarias y agrario-autoritarias e industriales, a las sociedades de conocimiento, no puede esperarse que las generaciones jóvenes puedan crear, por sí mismos, los rasgos adecuados a las nuevas necesidades culturales: el nuevo funcionamiento de la economía, unas nuevas estructuras sociales, los nuevos proyectos axiológicos colectivos correspondientes al crecimiento continuo y acelerado de las ciencias y tecnologías, correspondientes a las nuevas formas de conocimiento, y al cultivo conveniente de la cualidad humana y de la cualidad humana profunda. Es decir, que puedan generar los rasgos adecuados a la creación continuamente acelerada de los conocimientos y tecnologías y a todos los rasgos culturales de las sociedades de conocimiento. Y creemos que no pueden hacerlo porque son jóvenes y no han tenido tiempo de acumular todos los conocimientos que se requieren para esa tarea. ¿Quiénes deberán realizar esa tarea?
Voluntad de verdade como voluntad de creer[1] Abordaje desde una perspectiva nietzscheana. (Encuentro Internacional 2012)
El artículo tiene como punto de partida y provocación algunos aspectos del pensamiento de Friedrich Nietzsche. Nos interesa, en principio, el diagnóstico del filósofo sobre el problema del nihilismo y su relación con la concepción de mundo producida por el discurso religioso, filosófico, científico y artístico que, según el filósofo, está caracterizado por la matriz denominada cristiana y ascética[2]. La investigación se orienta a partir de ciertos fragmentos de un pensamiento que nos conduce por el cuestionamiento de la verdad de la vida concebida como voluntad de poder. Para que se tenga conocimiento del espectro de ese problema, el tipo de cuestión que aquí se pretende desarrollar está circunscrito por la pregunta sobre la voluntad de creer. Tal problema implica un diálogo entre filosofía, teología y ciencia.
Más allá de esta delimitación, a modo de propedéutica, por un lado cabe notar que el filósofo del que estamos hablando ha sido abordado por distinguidos comentadores, vinculados a variadas escuelas de interpretación, lo que implica aún variadas perspectivas de lectura de su pensamiento. Además de eso, por otro lado, tampoco puede faltar la comprensión acerca de los avances que actualmente en los estudios sobre Nietzsche. Finalmente, con este trabajo sobre “la voluntad de creer como voluntad de verdad” se pretende pensar el valor de lo transitorio, de lo pasajero, de lo temporal, tomando la filosofía de Nietzsche como una provocación. Pero, por el pensar provocador de este carácter del mundo, se evita la dualidad entre permanente y transitorio. La afirmación del devenir como el modo propio de nombrar el ser en Nietzsche nos impide, de por sí, el problematizar estas categorías como dualidades. Desde el Crepúsculo de los Ídolos[3] sólo resta pensar lo que es como tránsito, flujo, movimiento, continuo devenir de fuerzas en enfrentamiento.
Pensar a partir de Nietzsche no es tarea que se pretenda fácil. Después del filósofo del Zaratustra, la tarea filosófica pasa a habitar el lugar propio de un más allá del bien y del mal.
[1] Ponencia presentada en el 8º Encuentro Internacional de CETR, en Barcelona, en el periodo de 16 a 20 de octubre de 2012, bajo el título “La crisis axiológica desde el problema del nihilismo. Abordaje desde una perspectiva nietzscheana”. El trabajo a sido desarrollado en el ámbito del Grupo de Investigación Religión y Cultura. La participación en el Encuentro ha sido posible gracias al apoyo de la CAPES Coordenaçao de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior/Ministerio de Educação do Brasil. El texto traducido ha sido publicado originalmente en Estudos Teológicos en el año 2011, disponible en http://periodicos.est.edu.br/index.php/estudos_teologicos.
[2] Véase acerca de este tema el artículo titulado “Entre el trágico y el ascético” in Horizonte Teológico. Belo Horizonte, 2005, n. 8.
[3] NIETZSCHE, F. Götzen-Dämmerung. In. SämtlicheWerke.KristischeStudienausgabe in 15 Bänden.Vol. 6. Berlin, New York: Walter de Gruyter, 1999.
