John Berger ¿Se puede escribir todavía algo sobre él? Pienso en todas las palabras que ya se han escrito, incluidas las mías, y la res- puesta es “no”. Si miro sus cuadros, la respuesta vuelve a ser “no”, aunque por una razón diferente: sus cuadros invitan al silencio. Casi iba a decir que ruegan silencio, y eso habría sido falso, pues ni una sola de sus imágenes, ni siquiera la del anciano con la cabeza entre las manos en el umbral de la eternidad, muestra el menor patetismo. Siempre detestó inspirar compasión y hacer chantaje. Solo cuando veo sus dibujos me parece que merece la pena añadir algunas palabras. Tal vez porque sus dibujos tienen algo de escritura, y a menudo dibujaba en las cartas. El proyecto ideal habría sido dibujar el proceso que llevaba a sus dibujos, tomar prestada su mano de dibujante. Sin embargo, lo intentaré con palabras.
Despedida. Poema de Josep Palau i Fabre
Despedida
Ya no sé escribir, ya no sé escribir más.
La tinta me embadurna los dedos, las venas…
-He dejado en el papel toda la sangre.
¿Dónde podré decir, dónde podré dejar dicho, dónde podré escribir
la pulpa del fruto de oro sino en el fruto,
la tormenta en la sangre sino en la sangre,
el árbol y el viento sino en el viento de un árbol?
¿Dónde podré decir la muerte sino en mi muerte,
muriéndome?
Lo demás son palabras…
Nada mejor sabré escribir ya.
Demasiado cerca de la vida vivo.
Las palabras se me mueren dentro
y yo vivo en las cosas.
(Poemas del alquimista. Proa, p.193)