Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos.
Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana.
Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
FORMALIDAD DE LO AXIOLÓGICO como sensitivo, cualitativo y concreto
El objetivo de este trabajo es abordar la formalidad de lo valioso-concreto. Partiendo de la hipótesis que los humanos somos animales constituidos por el habla y que es a través de ella que configuramos y transmitimos lo valioso hemos considerado que la lingüística debería podernos ayudar para nuestro propósito. Nos hemos valido de los estudios de la lingüística, en concreto los de Greimas, que indagan la formalidad propia de la semántica cualitativa de narraciones axiologizantes como los cuentos populares, las narraciones y algunos mitos.
Somos animales que nos constituimos hablando y esa comunicación entre sujetos es la semiotización de la relación con el medio (relación S-O)1. Lo que vamos a intentar investigar es la formalidad de la comunicación de lo axiológico que se cumple en el lenguaje natural por ser valoral al no intervenir en él ni las ciencias ni las tecnologías. Cuando entre el Sujeto y el Objeto opera la tecnociencia, la relación S-O deja de ser axiológica por lo que en la comunicación S-S deja de darse la semiotización estimulativa propia de la relación preindustrial con el medio expresada en la lengua natural.
Nos interesa la formalidad de la presentación y transmisión de lo concreto-valorativo propia de las lenguas naturales, que ha sido muy estudiada por los lingüistas, pues de ella podríamos extraer el protocolo para la creación y transmisión movilizadora de valores.