José Manuel Bobadilla Somos un animal con un doble acceso a la realidad. Un acceso relativo a las necesidades humanas dominado por las formas y otro no relativo a las necesidades humanas y liberado de las formas. Uno de nuestros principales sentidos, como animales depredadores que somos, es la mirada. Mirar el mundo es una forma de sentir el mundo y, por tanto, dependiendo de como lo miremos, nuestro sentir estará condicionado a ello. Miramos el mundo desde un lenguaje concreto y actualmente, el lenguaje que da forma a nuestra mirada, es el lenguaje abstracto de las ciencias y las tecnologías. Nuestra forma de mirar el mundo está construida desde la técnica; una mirada que instrumentaliza el entorno y nos impide volver a las cosas de una manera limpia, es decir, liberada de las formas en las formas.
En las sociedades de conocimiento, el dominio de lenguaje abstracto construye la barrera científica y tecnológica que nos dice que una flor es simplemente una flor, o como mucho, nos proporciona una mirada biológica de la flor. En ella no vemos el misterio de los mundos porque nuestro mirar está encerrado en el prisma científico y tecnológico.
La sociedad de conocimiento globalizada y sus consecuencias epistemológicas, antropológicas, axiológicas y religiosas
Ponencia presentada en el Primer Coloquio Internacional. Diálogos: presente y futuro de las religiones y la espiritualiad, sus contextos en Europa y America Latina.
22-26 de marzo, 2011. Guadalajara (México). Organizan: Universidad de Guadalajara, ITESO, UNIVA, Colegio de San Luís y CETR
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Este escrito pretende calibrar una serie de transformaciones producidas en España, en Europa Occidental y en otros varios países, por causas económicas, históricas, y culturales, que, en nuestra opinión, tienen una tendencia expansiva inevitable. Las consecuencias de estas transformaciones son de todo tipo, pero especialmente son de carácter axiológico, antropológico, epistemológico, y religioso.
Una serie de grandes transformaciones en los modos de vida han tenido graves consecuencias en lo más hondo de nuestras concepciones culturales. Las grandes transformaciones, a nuestro juicio, son: el hundimiento completo de las sociedades preindustriales y la emigración masiva del campo a la ciudad, la generalización de la industria, el asentamiento de las sociedades de conocimiento, innovación y cambio continuo y la globalización. Las consecuencias son: el desmantelamiento axiológico de individuos y colectivos, la crisis de la epistemología mítica, el cambio de la antropología y la crisis mortal de las religiones. Para manejar esta difícil situación contamos con dos potentes auxiliares: la epistemología axiológica y la intensificación del cultivo de la cualidad humana profunda.