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En mi propia casa.
No hay nada que contemplar Ni Tu ni yo, ni objeto, ni método. El protagonista de la acción ha perdido su identidad. El ciego no puede percibirle Pero aquel de conciencia inmaculada al vislumbrarlo, se identifica con lo Supremo. Cuando me sentía unida a mi cuerpo me perdí. Pasaba los días buscándote hasta que Te descubrí en mí, instante en el que Ser y Shiva se unieron en gozosa vibración. Despejado el espejo del espíritu, liberado de cenizas, Con lúcida…
La acción liberadora.
Sitúa tu corazón en la acción, pero nunca en la recompensa, No trabajes por un resultado, pero no dejes de hacer tu tarea. Realiza tu trabajo en la paz del Yoga, impertérrito ante el éxito o el fracaso. El Yoga es la ecuanimidad de la mente. Reúne tu razón y tu voluntad en la contemplación, El que sigue este camino tiene un sólo pensamiento y éste es el objetivo de su determinación. Pero múltiples e infinitos son los pensamientos del…
Y H V H
[…] Entre todos los Nombres hay uno más citado en la Torá que cualquier otro: es el inefable Yod-He-Vav-He. Nunca hay que perder de vista que YHVH es indeterminado, expliquemos de él lo que expliquemos. No tiene significado alguno, como tampoco lo tiene la Creación. Somos nosotros, los seres humanos, los que necesitados de sentido nos empeñamos en determinar aquello que es indeterminado. Para que el mundo permanezca indeterminado, es decir, en la esfera indefinida de la libertad, hace falta…
Hay entre los cielos y la tierra…
Hay entre los cielos y la tierra grandes signos para aquellos que quieran entender. Mirad y reflexionad. ¡Grandes signos por doquier! ¡Eso sí son textos sagrados! ¿No es maravillosa la tierra y los cielos, la sucesión de noches y días, cómo corre el agua, cómo avanzan las naves sobre los mares y los astros en los cielos? ¿No son una maravilla los vientos que nos traen las llúvias, mueven las nubes y ayudan a los barcos en su navegación? Observad…
La libertad religiosa.
¡Allanad para una feliz descendencia el camino hacia ese grado de cultura, hacia esa tolerancia humana general, por la que en balde sigue suspirando la razón! ¡No premiéis ni castiguéis ninguna doctrina, no seduzcáis ni corrompáis ninguna opinión religiosa! Al que no estorba la felicidad pública, al que actúa con rectitud respecto a las leyes civiles, respecto a vosotros y a sus conciudadanos, dejadle hablar como piensa, dejadle dirigirse a Dios según su manera o la de sus padres, y…