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Qué proponemos

 

Imaginar que se puede enseñar religión a la infancia es como pensar que se puede enseñar a una orquídea a crecer.
Aunque sí podemos proporcionarle la tierra adecuada, un buen abono, la humedad y la temperatura idóneas para que la naturaleza pueda seguir su curso sin dificultades.

(Rabindranath Tagore -Sriniketan. ed. Etnos, p. 91-)

 

Tagore se está refiriendo a algo mucho más sutil y complejo que la transmisión de unos conceptos o unas creencias: apunta hacia ofrecer una verdadera posibilidad de experiencia inefable a los niños y niñas, apunta hacia aquella «religiosidad cósmica» de Albert Einstein, aquella que «no sabe de dogmas ni de imágenes hechas a la medida humana, aquella que es captación de lo impenetrable, de la razón más profunda, de la belleza más exultante; la experiencia de la cara misteriosa de la vida, la cuna del arte y de la verdadera ciencia».

El cultivo de la experiencia de la «cara misteriosa de la vida» discurre por otros caminos que la transmisión de unos datos. De lo que se trata es de despertar y cultivar aquella mirada que posibilitan que «el científico, el artista, el pensador o el contemplativo admiren el mundo traspasando el velo de irrealidad que lo convierten en un falso decorado de teatro para la mayoría de personas» (Simone Weil). Este «cultivo» transita por el contagio, la provocación, el desarrollo de una mirada maravillada (interesada, interrogativa, inquieta) hacia la realidad; por el desarrollo de la capacidad de silencio interior. ¿Cómo? Rompiendo rutinas respecto a la percepción y comprensión de la realidad. Las posibilidades son infinitas: juegos de atención con el oído, juegos dirigidos a la sutilización de la mirada, del olfato, el tacto. Actividades dirigidas al cultivo de la atención concentrada. Propuestas que ayuden a familiarizarse con el lenguaje de los artistas, los poetas, con la riqueza del lenguaje simbólico en su diversidad…

En definitiva, se trata de favorecer el desarrollo de aquellas habilidades y herramientas que abren la puerta a esa gran aventura humana que es el conocimiento silencioso.

Algunas propuestas:

poco a poco este apartado ofrecerá más propuestas prácticas. Por el momento, les sugerimos las que recoge la siguiente publicación:

La séptima dirección: el cultivo de la interioridad
Autoras:
María Fradera, Teresa Guardans
Edición: Madrid, Bubok, 2009. 108p.

8€ (venta del libro y descarga del pdf gratuita)

 

 

Para ayudar al desarrollo interior de niños y niñas será necesario el cultivo de aquellas capacidades que permiten recorrer los caminos de la sabiduría. Desde esta convicción (y años de experiencia pedagógica) este pequeño libro ofrece orientaciones y ejemplos prácticos para el trabajo de la atención sostenida, el silencio interior, el interés por la realidad, la interrogación, la gratuidad… Un conjunto de propuestas pensadas para poder ser adaptadas en entornos educativos variados (escuela, ocio, familia…), y que tienen por objetivo favorecer aquella “séptima dirección” –la de la sabiduría- que según cuenta la tradición del pueblo lakota, apunta hacia el interior del ser humano.

En esta obra María Fradera (maestra y profesora de yoga) y Teresa Guardans (doctora en Humanidades) unen conocimientos y esfuerzos, poniéndolos al servicio de la educación de la dimensión interior. Las autoras forman parte del equipo didáctico de CETR. 

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