pequeño fragmento de la obra de Hugo Mujica: Kénosis: sabiduría y compasión en los Evangelios. (Buenos Aires, Marea, 2009. pgs. 95-97) -------
“Moisés en la ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?” Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.
Jesús, el único que podría erguirse para acusar a acusadores y acusada, se inclina, calla; se inclina quien podría elevarse, calla quien podría repetir: “no juzguéis para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá… Si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro padre perdonará vuestras ofensas…”. Pero no lo dice, calla.