Marta Granés Hoy la ejecución de los sentidos pasa por los aparatos tecnológicos. Pero la tecnología no proporciona experiencias sensitivas directas que inmiscuyan todos los sentidos, y como animales que somos, los necesitamos completamente activados para sentirnos plenamente vivos. Tener la atención focalizada en lo tecnológico reduce fisiológica y psicológicamente el uso de los sentidos (se reduce al oído y a la vista) y esto restringe la riqueza de la experiencia humana. Podríamos afirmar que los jóvenes de ahora son la generación más amputada sensitivamente de la historia y, lo peor es que no notan la ausencia puesto que nunca han vivido otra cosa. Lo cualitativo nunca ha estado ahí.
Sobre la estructura de las revoluciones teológicas. Soñando con una «revolución teológica», ¿en qué nos ilumina la epistemología? (Encuentro Internacional 2012)
Con este estudio epistemológico queremos hacer un mapa de la revolución epistemológica deseada: dónde estamos, qué es lo que está necesitando un cambio, cuáles son los principales obstáculos, cómo se producen estos cambios, y qué se puede hacer para preparar acelerarlos. Nos referimos a la posibilidad de una «revolución teológica», por paralelismo a la «revolución científica», a cuya estructura Thomas Kuhn dedicó su famoso libro.
Somos de los que observamos con dolor el abismo que se establecido entre la tradición de la Iglesia, su jerarquía, sus estructuras, su doctrina oficial… y el pensamiento actual, la cultura moderna, el sentir de la sociedad. Son millones de hombres y mujeres que no se sienten en la Iglesia como en su hogar, donde pudieran sentir, pensar y expresarse con libertad y sintonía, y por eso emigran, se autoexilian, la mayor parte de las veces en silencio, sin protestar, no pocas veces dolidos y desconcertados.
Se inscribe esta ponencia en el marco de interés por facilitar el «tránsito» inevitable y ya en curso hacia una religiosidad/espiritualidad pos-religional, con referencia especial al cristianismo. Y lo hacemos desde la perspectiva específica de la epistemología, que aunque no es la única, sí nos parece una de las más importantes. Todo es epistemológico, aunque lo epistemológico no lo sea todo.
Creemos que esta situación debe ser afrontada. Ya sabemos que el cambio que se requiere para que las religiones se reconcilien con la cultura moderna y el sano sentir de la sociedad actual, han de pasar muchas cosas, y habrán de moverse muchos resortes. Por nuestra parte queremos concentrarnos en un aspecto de capital importancia: el epistemológico. Tal vez en este frente es donde podemos detectar las dificultades más profundas (y con frecuencia ocultas) del cristianismo para asumir el cambio necesario.