Claros rasgos no duales de Rumí
Resulta enormemente ilustrativo de la unidad profunda de todas las grandes tradiciones espirituales de la humanidad poder comprobar como un musulmán, teísta puede llegar a tener expresiones que podrían haber sido firmadas por un vedantino, no teísta y no dualista. Permítaseme una cita larga por lo extraordinario del texto.Dice Rumí: En lo espiritual no hay división ni números, no hay partición ni individuos. Dulce es la unidad del Amigo con Sus amigos; aférrate al pie del espíritu. La forma es testaruda. Haz que la terca forma se consuma de tribulación para que bajo ella, puedas descubrir la unidad, como un tesoro. Y si no la consumes, Sus favores la consumirán –oh mi corazón es su vasallo. Se cose a nuestros corazones y cose el remendado manto del derviche. Éramos simples y una misma sustancia, todos sin cabeza y sin pies, allá. Éramos una misma sustancia, como el Sol; sin…
La libertad espiritual: ¿Existe el libre albedrío?
En el ámbito de la necesidad y de la dualidad, parece existir el libre albedrío. ¿Existe realmente? Donde rige la necesidad, ¿puede decirse que hay libertad? Dice Rumí: Los profetas son deterministas en cuanto a las obras de este mundo, pero los infieles lo son en cuanto a las labores del otro mundo. Para los profetas, los trabajos del otro mundo son libre albedrío; para los necios, las obras de este mundo son libre albedrío…” [ 1 ] Donde parece que hay libertad, impera la necesidad y donde impera la necesidad no hay verdaderamente libertad. Por el contrario en el ámbito del silencio, cuando ha callado la necesidad hay verdaderamente libertad. El que no ha gustado el sabor de “el que es”, cree que es al contrario. Cree que el único lugar en el que hay libertad es en el mundo del ego, y cree, también, que cuando el ego…
EL DESEO NO TIENE REMEDIO
El deseo es una sed que no tiene remedio. Cuando se satisface el deseo, no cesa la sed, sino que crece. Hablando de este tema Rumí dice “por destino divino, el hidromiel producía bilis y el aceite de almendras aumentaba la sequedad” [ 1 ] La única solución para el deseo es salirse de su juego mortal, para hacer pie en Dios, en “lo que verdaderamente es”. Todo lo que no sea “eso que es”, está vacío de entidad. Se comprende que nada pueda satisfacer la sed del deseo. Nadie puede apagar la sed bebiendo viento, nada. El deseo es una sed y esa sed es necesidad y es amor. Cuando perseguimos satisfacer esa sed perseguimos más el amor que la satisfacción de la necesidad. La necesidad se puede satisfacer, pero vuelve a renacer y tiende a expandirse sin límites. Desde esa perspectiva es como un inmenso vientre que…
2. KÂRIKÂ DE GAUDAPÂDA.
II. La apariencia de la realidad. 1. Los sabios han declarado que en el sueño todos los objetos son irreales, porque los objetos soñados se sitúan en el interior (del que sueña) y porque tienen un carácter restringido. 2. Las escrituras, apoyándose en la razón afirman que los carros y demás objetos que se perciben en sueños no existen. Por tanto la irrealidad de las experiencias del sueño queda establecida y demostrada racionalmente. 4. Los múltiples objetos que ve el que sueña los percibe como reales aunque son ilusorios. Lo mismo sucede con los objetos vistos en el estado de vigilia. La única diferencia es que en el caso del sueño se trata de un espacio reducido. COMPRAR 5. Los sabios afirman que el estado de vigilia y el de sueño son idénticos por la similitud entre los objetos percibidos en uno y otro estado. 9. Lo que…
PLEGARIA -de Yehudi Menuhin-
este texto fue hallado entre los documentos de sus últimas voluntades A Ti, a Quien no conozco ni puedo conocer – ni en mi interior ni fuera de mí – y a Quien estoy unido por el amor, el temor y la fe – al Único en todas sus representaciones– dirijo esta oración: Guíame hacia lo mejor de mí mismo – ayúdame a convertirme en alguien en quién confíen los seres vivientes, criaturas y plantas, así como el aire, el agua, la tierra y la luz que los sustentan; mantenme como alguien que respeta el misterio y el carácter de cada variedad de vida en toda su unicidad y solidez, ambas esenciales para la supervivencia de cualquier vida. Ayúdame a preservar mi capacidad para maravillarme, extasiarme y descubrir; permite despertar en mí el sentido de la belleza en cualquier lugar, y a contribuir con y para otros y para conmigo…