Marta Granés Avui, l'execució dels sentits passa pels aparells tecnològics. Però la tecnologia no proporciona experiències sensitives directes que immisceixin tots els sentits, i com a animals que som, els necessitem completament activats per sentir-nos plenament vius. Tenir l'atenció focalitzada en allò tecnològic redueix fisiològicament i psicològicament l'ús dels sentits (es redueix a l'oïda ia la vista) i això restringeix la riquesa de l'experiència humana. Podríem afirmar que els joves d'ara són la generació més amputada sensitivament de la història. I, el pitjor de tot és que no noten l'absència, ja que mai no han viscut una altra cosa. El que és qualitatiu mai ha estat aquí.
La Recopilació d’ensenyaments del Mestre Lin-Chi
Lectura de la Recopilación de dichos del Maestro Ch’an Lin-chi (Lin-chi ch’an-shih yü-lu)
Acercarse a esta Recopilación de dichos del Maestro Lin-chi (China, s.IX) es acercarse a uno de los pilares del budismo Ch’an (o zen). El texto recoge las enseñanzas de quien dio origen a la Escuela Rinzai (nombre que recibió en Japón a partir del siglo XIII), conocida por trabajar con afirmaciones (preguntas o situaciones) que pueden parecer faltadas de toda lógica, los koan, y sus maestros “sacudiendo” las fijaciones de los discípulos a base de gritos y bastonazos.
Más allá de las anécdotas, el maestro Lin Chi sitúa al lector ante la exigencia de una desnudez radical si se quiere comprender la realidad. En una sesión del seminario llevado a cabo en Cetr sobre el texto, Marià Corbí comentó que con Lin Chi aprendemos que nunca estaremos suficientemente desnudos ante la Dimensión Absoluta. Cualquier camino, cualquier escuela, cualquier recurso, son medios pedagógicos, procedimientos, intentos de expresión de esa dimensión, para ayudar a la libertad, a desprenderse de la esclavitud que impide el acceso a la Dimensión Absoluta. Cualquier procedimiento,
– Excluye radicalmente una relación de causa efecto entre hago “esto” y consigo ese acceso.
– Ninguno de esos sistemas se puede tomar como descripción de la realidad.
– Sin noticia colectiva del “(la dimensión absoluta), no tienen sentido ni fundamento.
– Ninguno es capaz de conducir al “dato”, lo presuponen, pero no conducen eficazmente a él, sólo pueden preparar para su recepción, si se les comprende como meros medios, recursos.
– Ninguno tiene carácter exclusivo y excluyente.
– Ninguno, si se entiende bien, evita la completa desnudez frente a la Dimensión Absoluta.
– Todos, si se ligan a creencias exclusivas, son obstáculos para la sociedad de conocimiento.
– Todos pueden ser útiles si no pretenden evitar la desnudez absoluta frente a DA.
– Todos pueden usarse como “medios hábiles”.
– Nada puede sustituir, ni mitigar el carácter inmediato y absolutamente fundante de la dimensión Absoluta.
– En las sociedades de conocimiento hay que ir directamente al “dato”, se usen esos “medios hábiles” o no. Practicando “IDS-ICS” (interés incondicional, distanciamiento, silencio; indagación, comunicación, servicio).
– Todo ese legado no nos libra de que el camino a la Dimensión Absoluta sea una indagación libre, una auténtica creación. Invita a esa indagación.
Concluyó Corbí: estamos realmente desnudos, sin remedio, frente a la inmensidad de inmensidades.
Y tomados a mano limpia, desde la radical desnudez, enseñanzas como las de Lin-Chi, pueden ser nuestra orientación en la indagación.
Recogemos a continuación algún fragmento del Lin-Chi Lu, de la edición a cargo de Burton Watson, publicada por La Liebre de Marzo
De las “Instrucciones al grupo”, capítulo 11:
“Cuando los estudiantes de hoy en día fracasan a la hora de progresar, ¿cuál es su fallo? El fallo está en el hecho de que no tienen fe en sí mismos. Si no tenéis fe en vosotros mismos, estaréis siempre preocupados, intentando controlar el entorno, y os veréis dirigidos y confundidos por cualquier entorno en el que estéis, sin poder moveros libremente. Pero si pudierais detener esta mente que corre sin parar buscando algo, no diferiríais de los budas y de los patriar- ¿Queréis saber quienes son los budas y los patriarcas? No son distintos a vosotros, la gente que tengo delante mío escuchando estas charlas sobre el Dharma (nota: el camino, la Vía).
“Los discípulos carecen de fe en sí mismos, por lo que corren buscando algo fuera de ellos. Pero, incluso si encuentran algo, sólo serán palabras y frases, apariencias vanas. Nunca alcanzaran el pensamiento vivo de los patriarcas.”
“Seguidores de la Vía, tal como yo lo veo, no diferimos del Buda Shakyamuni. En todas vuestras actividades, ¿qué os falta? La maravillosa luz de las seis facultades no ha dejado de brillar ni un instante. Si sólo pudierais verlo de este modo, seriáis el tipo de persona que no tiene nada más que hacer el resto de sus días.
“Si deseáis no diferir de los budas y patriarcas, no busquéis nunca nada fuera de vosotros. La luz limpia y pura de un instante de vuestra mente es el cuerpo-esencia de Buda en vosotros. La luz indiferenciada de un instante de vuestra mente es el cuerpo de beatitud de Buda en vosotros. La luz indiscriminada de un instante de vuestra mente es el cuerpo de transformación de Buda en vosotros.
Cuando llegue el momento, vestíos. Si queréis caminar, caminad. Si queréis sentaros, sentáos. Pero en ningún momento utilicéis vuestra mente para buscar la budeidad.
Seguidores, el tiempo es oro. Corréis sin descanso por las cunetas, estudiando el Ch’an, estudiando la Vía, apegándoos a las palabras y a las frases, buscando a Buda, buscando a los patriarcas, buscando un buen amigo, especulando, planeando. Pero no os equivoquéis. Seguidores de la Vía, tenéis un padre y una madre. ¿Qué más buscáis? Detenéos y miraos a vosotros mismos. Un anciano explicó que Yajnadatta creía que había perdido la cabeza y se puso a buscarla, pero una vez detuvo la mente que buscaba, encontró que todo estaba bien.
Seguidores, actuad de forma corriente, nos os deis aire alguno. Existe una pandilla de seguidores calvos que no saben distinguir lo bueno de lo malo, pero que pretenden ver dioses y demonios, señalan al este, señalan al oeste; les gusta hablar del buen tiempo y de la lluvia. […] Los hombres y mujeres de buena familia se ven liados por esta pandilla de zorros salvajes y acaban totalmente confundidos. Ciegos e idiotas. Llegará el día en que tengan que pagar por toda la comida que se ha desperdiciado con ellos!”
Del capítulo 13:
El Maestro dio instrucciones al grupo, diciendo: “Seguidores de la Vía, el Dharma de los budas no exige ninguna tarea especial. Simplemente actuad de modo ordinario, sin tratar de hacer nada en particular. Haced vuestras necesidades, vestíos, comed vuestro arroz, y si os cansáis, os estiráis. Los idiotas pueden reírse de mí, pero los sabios me entienden.
Un anciano dijo: ‘Los que intentan hacer algo acerca de lo que está fuera, son burros.’ Si, estéis donde estéis, adoptáis el papel de anfitrión, sea cual sea el lugar, será un lugar real. Entonces, sean cualesquiera las circunstancias que os rodeen, estas nunca os podrán dominar.
Del capítulo 14:
“Seguidores de la Vía, esta solitaria luz que tengo ante mis ojos en este momento, esta persona que simplemente me escucha, esta persona no se ve obstaculizada en ningún punto, sino que impregna las diez direcciones; libre de actuar a su aire en el triple mundo. Sin importar el entorno con el que se encuentre, con sus peculiaridades y diferencias, no podrá ser dominado ni forzado. En un instante se introduce en el ámbito del Dharma. Si se encuentra con un buda, predica al buda, si se encuentra con un patriarca, predica al patriarca, si se encuentra con un arhat, predica al arhat, si se encuentra con un espíritu hambriento, predica al espíritu hambriento. Va por doquier, vagando por muchas tierras, enseñando y convirtiendo a los seres sensibles, pero nunca se separa de este único pensamiento. Para él todo lugar está limpio y puro, su luz atraviesa las diez direcciones, los diez mil fenómenos son una sola talidad.
Si podéis despertar a este apoyarse en nada, no habrá buda al que apegarse. Si podéis ver las cosas de este modo, ésta será una comprensión correcta y verdadera.
Del capítulo 17:
El Maestro instruyó al grupo, diciendo: “Aquellos que estudian actualmente la Vía deben tener fe en sí mismos y no buscar nada en el exterior. Si no es así, se verán atrapados en entornos banales e insignificantes y ni siquiera podrán distinguir lo torcido de lo recto.
Existen patriarcas y existen budas, pero solamente se trata de cosas que aparecen en las enseñanzas de las escrituras. Alguien llega con una frase que ha recogido, la saca a la superficie de un modo a medias claro, a medias oscuro, y empezáis a tener dudas, miráis al cielo, miráis a la tierra, corréis en busca de alguien, entrando en un gran trajín. Si queréis ser seguidores de primer orden, no paséis el tiempo hablando del gobernador o de los rebeldes, hablando sobre lo justo y lo injusto, hablando de asuntos de dinero o de sexo, pasando los días chismorreando.
Pero cuando veo a una persona que ha aprendido a dominar el entorno, sé que ahí está el significado secreto de los budas.
Estéis donde estéis, haced de anfitrión, y cualquier lugar en que estéis será verdadero.
Aprended a detener los pensamientos y no busquéis nunca nada fuera de vosotros mismos. Cuando aparece un objeto, iluminadlo con vuestra luz. Tened simplemente fe en lo que está funcionando en vosotros en ese instante. Fuera de ello, nada existe.
Del capítulo 18:
“Seguidores de la Vía, habéis oído decir por todas partes que hay una Vía que practicar, un Dharma para iluminarse. ¿Podéis decirme qué tipo de Dharma hay para iluminarse, qué Vía hay que practicar? En vuestras actuales actividades, ¿qué es lo que os falta? ¿Qué es lo que tiene que arreglar la práctica?
Un antiguo dijo: ‘La mente de cada día es la Vía.’