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LORCA Y MACHADO, desde un punto de vista espiritual

fragmento de un ensayo.Por Domingo Melero Introducción Selección de autores A sugerencia de Corbí (y de Vigil), propongo la lectura de algunos poemas de dos autores que, en el contexto español del primer tercio del siglo XX, fueron “espirituales”, de forma, además, “independiente” respecto de la religión de aquel momento [1] . Otros hubieran sido asimismo adecuados. Pienso, por ejemplo, en dos grandes como César Vallejo y Juan Ramón Jiménez. Enfoque y selección de textos Al escoger qué leer de Lorca y de Machado (mucho habría), he tenido en cuenta dos cosas: primero, el tema del Encuentro, y, segundo, el “primer consenso” que los escritos preparatorios de Corbí también mencionan. 1. En primer lugar, el tema: qué es la “espiritualidad” y cómo se cultiva de forma independiente de la religión, como corresponde al carácter laico de nuestras sociedades. — Parto de la forma de definir Corbí “espiritualidad” en su primer…

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PETITA SELECCIÓ POÈTICA

Som els atrafegats.El pas del temps, però,tingueu-lo per fotesadins el que sempre persisteix.Tot allò que és desficiben prest haurà passat;car és el que perdura,l’únic que ens inicia.Nois no esmerceu l’esforçen la velocitatni en l’intent de volar.Tot és assossegat;la fosca i la claror,la flor i el llibre. (Rainer Maria Rilke. Sonets a Orfeu) La primavera ha retornat. La terra és com un nen que sap poemes, molts, moltíssims..., oh! Pel gran esforç del llarg estudi fet rep ara el premi. Sever fou el seu mestre. Ens agradava veure la blancor en la barba d'aquell home vell. Ara, com el verd, com el blau es diuen, podem preguntar-li, que ella ho sap, ho sap! Terra de vacances, amb tots els infants feliç ara juga. Volem atrapar-te, radiant de joia. El més alegre ho aconseguirà. Allò que el mestre li ensenyà, moltíssim, i el que està imprès a les arrels i als llargs…

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Aqueste llagado corazón

Por Michele Naglis,"Cantos de Ifigenia”, 1991 ¿Por qué, pues has llagado aqueste corazón, no le sanaste?” Sn. Juan de la Cruz   ¿Qué flores no te tomado de tus manos? ¿Qué fieras no he vencido por tu amor? ¿Qué oscuridad no he desafiado hasta el cansancio por tus ojos? ¿Qué centinelas no abatí para llegar al lecho en que reposas? ¿Qué auroras no he agotado tras tus pasos? ¿Qué bosques, qué peligros, no he cruzado valerosa? ¿Qué espinas no han herido mis manos y mis pies? ¿Qué lágrimas fatigan mis ojos doloridos? ¿Qué límites no he roto por tu cuerpo? ¡Cuántas veces abrí la puerta de mi alcoba buscando tus palabras, tus besos, tus caricias! ¡Cuántas veces oí tu voz que me llamaba y el aire de tu cuerpo danzando tras mi puerta! Mi alma se escapaba al escucharte, pues mi amor se alzaba hasta lo alto de los cielos…

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L’escolta

Hugo Mugica I. L'escolta poètica, la seva comprensió no és aprehendre, és lliurar-se; és la renuncia al desig de poder inserit en el saber, renuncia al saber com a possibilitat de possessió, d'esborrar l'alteritat. II. La comprensió poètica no aboca en un discurs sobre el que s'ha entès, no és tan sols un acte del pensar: és la sensibilitat, la vulnerabilitat passible d'acollir, de deixar venir, d'emparar allò altre com a altre; és el deixar-se alterar per l'alteritat, transfigurar pel sentit, il•luminar per la bellesa, o ferir-se pel que és sublim. III. No es tracta d' una mera passivitat, es tracta de ser passible, capaç d'acollir l'alteritat com a alteritat: com fecunditat, revelació que revela el que crea. (del llibre de Hugo Mugica. Lo naciente: pensando el acto creador. Valencia, Pre-Textos, 2007. p.82)

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Seducción

Poema de Michele Naglis Me sedujiste, Yahvé y me dejé seducir. Fuimos fuertes en el amor y nos vencimos. Subimos juntos, tomados de la mano la escala de Jacob mientras el ángel, asombrado miraba la ascensión de los amantes. Dispuesta a vencerte en las lides del amor vestí mis mejores galas para tus ojos, bálsamo del Líbano puse sobre mi piel y perfumé mi cuerpo con el sagrado aroma de los montes. Provoqué tu ingenio con mi astucia con fuertes ironías desafié tu indiferencia, porque eras para mí como la Ciudad del Sol construida según las leyes de la Vida. Tu palabra quemaba mis entrañas. Y yo decía: “No me acordaré más de Él, no volveré a hablar en Su nombre”. Pero tu palabra en mi interior se convertía en fuego que devora encerrado en mi corazón quemando mis entrañas y mis huesos. Traté de contenerla, pero no pude. Quienes…

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