John Berger Es pot escriure encara alguna cosa sobre ell? Penso en totes les paraules que ja s'han escrit, incloses les meves, i la resposta és “no”. Si miro els quadres, la resposta torna a ser “no”, encara que per una raó diferent: els seus quadres conviden al silenci. Gairebé diria que preguen silenci, i això hauria estat fals, ja que ni una sola de les seves imatges, ni tan sols la del vell amb el cap entre les mans al llindar de l'eternitat, mostra el menor patetisme. Sempre va detestar inspirar compassió i fer xantatge. Només quan veig els seus dibuixos em sembla que val la pena afegir-hi algunes paraules. Potser perquè els seus dibuixos tenen una mica d'escriptura, i sovint dibuixava a les cartes. El projecte ideal hauria estat dibuixar el procés que portava als seus dibuixos, prendre la mà de dibuixant prestada. Tot i això, ho intentaré amb paraules.
Thich Nhat Hanh. Llamadme por mis verdaderos nombres
No digáis que partiré mañana,
pues aún estoy llegando.
Mirad profundamente; estoy llegando a cada instante,
para ser brote de primavera en una rama,
para ser pajarillo de alas aún frágiles,
que aprendo a cantar en mi nuevo nido,
para ser mariposa en el corazón de una flor,
para ser joya oculta en una piedra.
Aún estoy llegando para reír y para llorar,
para temer y para esperar.
El ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte
de todo lo que vive.
Soy un insecto que se metamorfosea
en la superficie del río.
Y soy el pájaro
que se precipita para tragarlo.
Soy una rana que nada feliz
en las aguas claras del estanque.
Y soy la serpiente acuática
que sigilosamente se alimenta de la rana.
Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos,
mis piernas tan delgadas como cañas de bambú.
Y soy el comerciante de armas
que vende armas letales a Uganda.
Soy la niña de doce años,
refugiada en una pequeña embarcación,
que se arroja al océano
tras haber sido violada por un pirata.
Y soy el pirata,
cuyo corazón es aún incapaz
de ver y de amar.
Soy un miembro del Politburó
con todo el poder en mis manos.
Y soy el hombre que ha pagado
su “deuda de sangre” a mi pueblo
muriendo lentamente en un campo de concentración.
Mi alegría es como la primavera, tan cálida
que hace florecer las flores de la Tierra entera..
Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan vasto que llena los cuatro océanos.
Llamadme por mis verdaderos nombres, os lo ruego
para poder despertar
y que la puerta de mi corazón
pueda quedar abierta,
la puerta de la compasión.
Thich Nhat Hanh
Llamadme por mis verdaderos nombres, Editorial La llave, 2001