Marià Corbí Hace décadas que aprendí a volverme a las cosas, y desde entonces lo he estado practicando con toda la intensidad que he sabido. Pero lo que he planteado en los últimos apartados, de alguna manera, es un paso más en mi concepción de lo que es el camino espiritual, no solo para mí si no para los miembros de las sociedades de conocimiento y para las sociedades en tránsito. Lo que creo que es novedad es que he comprendido que estos tipos de sociedades tienen las cosas más claras, nítidas y sencillas de lo que había imaginado. Las nuevas sociedades que, o no pueden creer o tienen dificultades para mantener las creencias, bastará que adopten una actitud parecida a la de los artistas. Los artistas no necesitan hacer divina a la belleza, ni enviarla a los cielos, se vuelven solo, con todo el corazón y la mente, a las cosas, para poder captar su belleza multiforme e inacabable para sentirse conmovidos y necesitados de decir el milagro, la maravilla y el misterio que vieron en las humildes cosas de nuestro mundo, modelado por nuestra necesidad en cada tipo de cultura. Y lo que con sus creaciones son capaces de decir vale para todas las culturas y para todos los pueblos y toda la historia humana, si los humanos tienen la sensibilidad suficientemente educada.
Al anochecer
Al anochecer
Edición: Ed. Bubok, 2020. 159p.
ISBN: 978-84-685-4669-8
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Preu: 6,91
Les paraules no arriben a expressar adequadament el misteri de la realitat, de la vida i del viure humà. Només poden apuntar en aquesta direcció, intententen tocar-ho sense aconseguir-ho mai.
Les paraules ajuden a la ment i al cor humà en la recerca d’aquest enigma sempre present i sempre absent. Ajuden a que la ment comprengui i a que el cor senti el que no es pot ni objectivar, ni representar.
Les paraules giren entorn de l’immens forat negre del gran enigma, sense poder entrar-hi, atrapar-ho, agafar-se a ell.
El treball és comprendre amb la ment fins a sentir amb el cor, i sentir amb el cor fins a comprendre amb la ment.
La profunditat de la ment és el sentir, i la profunditat del sentir és la ment. Ment i sentir s’uneixen en la fondària. Des d’aquí cal treballar i, després, forçar les paraules a suggerir el que s’arriba a veure i sentir.
Hem indagat el nostre propi ésser. Sabem que és només un intent maldestre.