Lo oscuro luminoso “Eso” es una noticia que me desborda en todo, por ello es lo oscuro, pero la noticia logra que lo oscuro sea luz, tanta luz que es oscuro, luz oscura que me ciega, lo sé y lo verifico con un saber que no sabe, pero que es la certeza que elimina toda duda. ¡Una bendita noticia! Nada engendra más temor que lo oscuro cara a cara. ¡Mira la luz, no le temas!
Poemes japonesos a la mort
En la cultura japonesa hi hagut el costum de deixar escrit en forma de poema el darrer pensament davant la pròpia mort imminent. Aquí presentem una petita mostra de poemes escrits per samurais, monjos zen i poetes de haikus extrets de Yoel Hoffmann Poemas japoneses a la muerte. DVD ediciones. Barcelona, 2000.
Poemes escrits per samuráis
Ota Dokan (1432-1486) estudiós de l’art militar i poeta, va ser apunyalat en la banyera. Amb les mans al punyal que tenia clavat va pronunciar el següent poema i morí:
Si no hubiera sabido
que ya estaba
muerto,
habría lamentado
perder la vida.
Yoshitaka governador d’una de les illes del Japó (XVI) va ser vençut per un dels seus generals rebels. Abans de suïcidar-se va composar:
Tanto el vencedor
como el vencido no son
sino gotas de rocío,
sino el resplandor de un rayo.
Así deberíamos ver el mundo.
Poema del samurai Sukemoto del segle XIV que després d’estampar-hi el seu nom, va deixar el pinzell a un costat. El botxí se li va apropar per derrera i el cap de Sukemoto va rodar per sobre la pell d’animal sobre la que estava assegut. El seu cos va restar en la mateixa posició:
Los cinco agregados de mi forma pasajera
y sus cuatro elementos vuelven a la nada.
Ofrezco mi cuello a la espada desnuda,
cuyo tajo no es sino una ráfaga de viento.
Poema d’un altre samurai que va patir la amateixa sort:
Durante cuarenta y dos años
he oscilado entre la vida y la muerte.
Ahora zozobran las colinas y los ríos,
la tierra y el cielo vuelven a la nada.
Poemes escrits per monjos zen
Mis setenta y seis años han terminado.
No nací; no he muerto.
Las nubes flotan en el vasto, altísimo cielo.
La luna sigue su camino de un millón de millas. Yakuo Tokuken 1320
Toca
la melodía del no ser.
Nueve cumbres se derrumban,
ocho océanos se secan. Zosan Junku 1308
He ponderado las enseñanzas de Buda
durante 84 largos años.
ahora las puertas se me cierran.
Nadie ha estado nunca aquí.
¿Quién es, pues, el que va a morir?
¿Y por qué lamentarse de nada?
¡Adiós!
La noche es clara,
la luna brilla, sosegada,
el viento entre los pinos
suena como una lira.
Sin yo y sin otro,
¿quién oye su son? Zoso Royo 1276
Poemes escrits per poetes de haiku
El cuarto día
del año nuevo: ¿Cuál mejor
para dejar el mundo? Aki-No-Bo 1718
Flores de la hierba,
en los campos: hasta este momento
habéis sido. Asei , 1752
La primavera ha llegado
a mi mundo:
¡Adiós! Bainen , 1905
La noche de invierno más larga:
caen los pétalos del ciruelo y, al fin,
la luna en el oeste. Bankoku 1748
va morir en el solstici d’hivern. L’oest fa referència a la Terra Pura, el paradís.
Adiós.
Paso como todas las cosas:
rocío sobre la hierba. Bazan 1730
Como gotas de rocío
sobre una hoja de loto
desaparezco Senryu 1827
Segundo mes:
llevo un sombrero de bambú nuevo
y voy a casa Jowa 1785