José Manuel Bobadilla Som un animal amb un doble accés a la realitat. Un accés relatiu a les necessitats humanes dominat per les formes i un altre de no relatiu a les necessitats humanes i no condicionat per les formes. Un dels nostres principals sentits, com a animals depredadors que som, és la mirada. Mirar el món és una manera de sentir el món i, per tant, depenent de com el mirem, el nostre sentir hi estarà condicionat. Mirem el món des d'un llenguatge concret i actualment el llenguatge que dona forma a la nostra mirada és el llenguatge abstracte de les ciències i les tecnologies. La nostra manera de mirar el món està construïda des de la tècnica; una mirada que instrumentalitza l'entorn i ens impedeix tornar a les coses de manera neta, és a dir, alliberada de les formes en les formes. A les societats de coneixement, el domini de llenguatge abstracte construeix la barrera científica i tecnològica que ens diu que una flor és simplement una flor, o com a molt, ens proporciona una mirada biològica de la flor. No hi veiem el misteri dels mons perquè el nostre mirar està tancat en el prisma científic i tecnològic.
Caminos del corazón – fragment del llibre El Sentir hondo –
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Introducción
Nos hemos propuesto estudiar tres grandes autores que plantean la indagación de la dimensión absoluta de la realidad con el sentir y en el sentir humano. Son tres autores de peso: Mazu, del siglo VIII, chino, de la tradición del budismo chan; un musulmán del siglo XIII, Rumi, de la tradición sufí; y un indio de finales del XIX y primera mitad del XX, Ramana Maharshi, de la tradición vedanta advaita.
Son tres épocas diferentes y tres culturas diferentes. Los tres son maestros de la indagación con el sentir y, sobre todo, indagadores del sentir humano. Los tres pretenden indagar la dimensión absoluta en nuestra propia interioridad, superando todas las construcciones del ego, hasta llegar a la no dualidad.
Si pretendo indagarme a mí mismo, debo tener en cuenta, que para todo animal el dato más fundamental es su condición de un sentir frente al mundo que le rodea y frente a sí mismo.
Si indago mi propio sentir constataré dos datos básicos:
-que mi sentir siempre busca algo o quiere evitar algo;
-que en mi sentir siempre hay una noticia, aunque solo sea como “ruido de fondo” de lo absoluto: lo hermoso, lo extraño, lo indeciblemente complejo que es todo lo que me rodea, incluso yo mismo.
Quien siempre busca algo o pretende evitar algo es siempre el “yo”, el gestor de mis deseos y expectativas y, a través de ellas, el gestor de mi sobrevivencia como viviente.
Quien recibe la noticia absolutamente gratuita de la dimensión absoluta (o DA) no es el “yo”, porque en la noticia de la DA no hay nada que obtener; es mi misma DA que indaga la DA en determinadas circunstancias de mi vida.
La noticia de la DA -de mí mismo y de toda realidad- absorbe, anula al “yo” porque comprende que el “yo” mismo es la DA y no “otro” de esa DA.
A los tres maestros del camino del corazón no los ordenaré cronológicamente, sino según cómo plantean la indagación sobre el sentir humano. Primero estudiaremos a Mazu, luego a Ramana Maharshi y finalmente a Rumi.
Mazu utiliza todo el poder de la mente para hacer formulaciones que afectan honda y plenamente al sentir y a la indagación del sentir.
Ramana utiliza mente y sentir separadamente, o en conjunto, para indagar el sentir más hondo de nuestra propia intimidad.
Rumi trabaja con la mente-sentir como unidad, como lo hace un poeta, para indagar en el propio sentir radical humano.
Los tres, desde diferentes culturas y épocas abordan el mismo problema: la DA en el sentir más radical humano, desde el silencio del ego, para llegar más allá de toda dualidad.
Los tres, con diferentes procedimientos, ven que si el sentir humano profundo es la DA, la DA es sentir; que si la DA se muestra en el Corazón humano, la DA es un Corazón absoluto.
Esta consecuencia es de una gran belleza.