Marià Corbí Per a la gent de les nostres societats, les religions han mort, i no hi ha ni idea, ni indicis d'una altra dimensió de la realitat que no sigui aquesta quotidianitat plana. Tot es ha tornat rom, sense esperança, sota el vol negre de la mort. S'han difós molt les publicacions de textos de saviesa o que busquen la saviesa, però això, a més de minoritari, no hi influeix a la cultura general, ni tan sols a la cultura popular. Què es pot fer perquè la cultura i les persones de les societats de coneixement recuperin la doble dimensió de la realitat del nostre viure humà? Què es pot fer per trencar aquesta cuirassa de quotidianitat exclusiva, sense esquerdes, des de la que es pugui entreveure la llum de l'altra dimensió?
Las sociedades de conocimiento y la calidad de vida. Principios de Epistemología Axiológica 5
Las sociedades de conocimiento y la calidad de vida. Principios de Epistemología Axiológica 5
Autor: Marià Corbí
1ª Edició: Bubok, 2017, 256 p.
1ª Edició: Bubok, 2017, 256 p.
ISBN 84-686-4520-9
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¿Cuál es la finalidad de los proyectos axiológicos colectivos de las sociedades de conocimiento? No una más eficaz explotación del medio y de los grupos humanos, sino la calidad de la vida humana, la felicidad de los individuos y colectivos y la salud de las especies vivientes y del medio.
¿Qué entenderíamos como felicidad? Entenderíamos la libertad; el desarrollo de la profesión libre y autónoma en comunicación; la cohesión de grupos por adhesión voluntaria; el cultivo de la cualidad humana y de la cualidad humana profunda como indagación libre, sin sometimientos de ningún tipo; el cuidado del medio como un jardín; la paz en las familias, en los colectivos, entre las naciones; el desarrollo sin exclusiones del amor; la libertad de proyectos y opciones axiológicos desde el acuerdo; la responsabilidad de todos en la creación de proyectos axiológicos colectivos a todos los niveles; la equidad y la justicia entre los hombres; el acceso adecuado a la educación y a la formación continua; el acceso conveniente a la sanidad.
Felicidad no es la simple satisfacción del deseo; ni es una vida de placeres; ni tener todas las necesidades y caprichos satisfechos; ni tener una vida asegurada y protegida por el dinero y el estado; ni ser rico; ni tener poder; ni tener una religión en que creer; ni tener una buena pareja.
Esta no es una pretensión utópica, como un sueño imposible. Si el desarrollo, cada día que pasa más acelerado, de la tecnociencias no puede ser para la explotación, también cada día que pasa más eficaz, tenemos que postular emplearlas para la calidad de vida humana, para que se pueda conseguir la plenitud humana.
Si no orientamos la marcha de las sociedades de conocimiento en esa dirección será una opción de suicidio de la especie y de la vida. La calidad de la vida humana, el cultivo explícito de la cualidad humana y de la cualidad humana honda, es la única opción viable para las sociedades de conocimiento. Es una necesidad, no una utopía irrealizable.
La cualidad humana y la cualidad humana profunda son, a la vez, la condición sine qua non de las sociedades de conocimiento y su finalidad.