J.Amando Robles Ya va para siete años que escribí Hombre y mujer de conocimiento, un pequeño libro que gustó bastante, planteando la espiritualidad laica, no religiosa, que personalmente creí encontrar en las famosas “enseñanzas” de don Juan Matus y Carlos Castaneda. Fue entonces cuando una amiga, secundada de inmediato por varios compañeros de trabajo, me propuso hacer algo parecido con la espiritualidad del Maestro Eckhart. La idea me pareció tan buena que inmediatamente acepté. Sin duda que mi amiga lo hacía pensando en la calidad de la espiritualidad eckhartiana, que ambos ya conocíamos y que por su riqueza bien merece ser puesta al alcance de los hombres y mujeres de hoy. Pero yo lo acepté sobre todo por la convicción profunda que ya entonces tenía de que la espiritualidad del Maestro Eckhart es también, en el fondo, una espiritualidad laica y como tal muy apropiada para los hombres y mujeres de hoy, que rehúyen, y con razón, lo religioso como mítico. ¿De hecho no es así como lo vienen leyendo estudiosos hinduistas y budistas? Y lo leen bien. Una espiritualidad laica y, como tal, muy adecuada para la sociedad y cultura de conocimiento que estamos construyendo. Y este es el propósito del presente libro, también introductorio y pequeño: mostrar al lector que la espiritualidad del Maestro Eckhart, de por sí ya famosa por su gran calidad, en el fondo es una espiritualidad laica, ponerla en valor como una espiritualidad muy pertinente para hoy aunque en su forma y contenidos sea tan religiosa, e inducir al lector a la lectura personal de los sermones y pequeños tratados del Maestro.
Els hadîths
Els hadîths són el recull de les paraules, exemples i consells que Muhammad digué el llarg de la seva vida i que els qui eren a prop d’ell varen anar recollint.
Al hadîth número 37 del recull d’An-Nawâwî llegim:
Diu un hadîth que quan varen interrogar el Profeta sobre l’adoració perfecta, aquest va respondre : “serveix Déu com si el veiessis en tot moment ja que, si tu no el veus, ell sí et veu en tot moment”.
Un hadîth recull aquestes paraules : “Déu digué : s’acosten a Mi aquells qui posen en obra les meves paraules. Estimo a aquells qui em serveixen i quan Jo estimo, sóc la oïda per la qual el meu servent escolta, sóc els ulls amb els quals veu, sóc la llengua amb la que parla, sóc la ma amb la que agafa, sóc els peus amb els que camina. A aquell qui busca refugi en Mí, Jo el protegeixo.”
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