Introducción al libro Pandemia: La covid-19 estremece al mundo
«No me toques», según Juan 20, 17, es lo que le dijo Jesús a María Magdalena cuando ella lo reconoció después de su resurrección. ¿Cómo he de entender yo, un ateo cristiano confeso, esas palabras? En primer lugar, quiero asociarlas con la respuesta de Cristo cuando sus discípulos le preguntan cómo sabrán que ha vuelto, que ha resucitado. Cristo les dice que estará allí donde haya amor entre sus creyentes. Estará allí no como una persona a la que se puede tocar, sino como el vínculo de amor y solidaridad entre la gente. De manera que «no me toques, toca y relaciónate con los demás en el espíritu del amor».