Marià Corbí La música es el arte más sutil porque emplea los sonidos, lo más leve de lo sensitivo, para expresar lo sutil.
La música, durante milenios ha utilizado los sentimientos humanos para cantar a la Dimensión Absoluta (DA). Fue una gran habilidad partir de los sentimientos del yo para referirse a lo que está más allá del yo. Utilizó sentires de Dimensión Relativa (DR) para cantar el misterio de la DA, intensificando la conmoción de las entrañas, para que resuene el sentir hondo.
La música empuja las conmociones del cuerpo para llevarlas a la frontera de lo que no es nombrable. No utiliza palabras para aludir a aquello de lo que no se puede hablar. Las palabras que se emplean en los cantos están al servicio de la música misma. La música canta explícitamente la verdad muda. Habla sin palabras de lo que no cabe en las palabras.
A la intemperie – Michèle Najlis
Amando a la intemperie
sin tregua ni resguardo
como el noble samurai
que lucha con su sombra
y muere.
Ebria de amor
en el último tercio de la noche
me entrego,
ardo y giro, ardo y giro
en la exacta geometría de la danza.
Todo para nada.
*
Fuego de amor quemando la memoria.
Fuego de viento
inasible
insaciable.
Fuego de amor en la memoria
*
A la sombra de Tu sombra
extravié mi corazón.
Ahora voy tras él
interrogándome
*
Ayúdame a cruzar
la temible frontera del silencio,
vaciarme hasta de Ti,
mirar sin miedo
los ojos vacíos de la nada
y encontrarte.
*
Más allá del laberinto silencioso
de la nada
anhelo el no-camino
donde ya no hay palabras
ni silencios.
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