Marià Corbí La música es el arte más sutil porque emplea los sonidos, lo más leve de lo sensitivo, para expresar lo sutil.
La música, durante milenios ha utilizado los sentimientos humanos para cantar a la Dimensión Absoluta (DA). Fue una gran habilidad partir de los sentimientos del yo para referirse a lo que está más allá del yo. Utilizó sentires de Dimensión Relativa (DR) para cantar el misterio de la DA, intensificando la conmoción de las entrañas, para que resuene el sentir hondo.
La música empuja las conmociones del cuerpo para llevarlas a la frontera de lo que no es nombrable. No utiliza palabras para aludir a aquello de lo que no se puede hablar. Las palabras que se emplean en los cantos están al servicio de la música misma. La música canta explícitamente la verdad muda. Habla sin palabras de lo que no cabe en las palabras.
Sentires sobre la vida y la muerte
Fragment del Pròleg de Sentires (Bubok, 2013). Tota reflexió sobre els fenòmens axiològics humans acaba enfrontant-se a la gran qüestió de la vida i la mort. Les pàgines que segueixen parlen molt de la mort, però no pas com la pitjor calamitat que li pot passar a un vivent. La mort és la gran reveladora del misteri de l’existència humana i de tota existència. Però perquè la mort es manifesti com la “pietosa desvetlladora” d’aquest misteri i com a amiga de la meravella d’aquest món esplendorós, cal prendre-la amb tota la seva brutal duresa, sense cap mitigació.
La mort i la bellesa de la dolça vida no són enemigues sinó germanes i aliades, són les dues cares de la realitat i així es manifesten.
Escolta’n una tria:
Poemes amb Mozart
Poemes amb Horacio Curti
Mi destino
Mi corazón es mano
que acaricia los montes,
los cielos nunca iguales,
las noches estrelladas,
los valles y los campos,
los hombres y mujeres,
los grillos y las ranas,
los cipreses enhiestos.
Y mi mente despierta,
lúcida de sí misma,
es sólo una pregunta:
¿qué es todo este esplendor?
Ya es hora de morir.
¡Ya cumplí mi destino!
¿Qué queda?
Se disuelve el cuerpo,
y con él la mente,
el ego y su historia,
la persona toda.
¿Qué queda?
Eso que ya era
antes que naciera.
Eso inmenso,
impensable,
para un pobre
ser humano.
¿Qué hacer?
Nacer,
amar,
reconocer.
Nada más
que hacer.
Los árboles
Los árboles
no son tales,
sólo signos,
son palabras,
muy sutiles;
son ángeles,
buenas nuevas
del ‘Sin forma’.
Quien soy
¿Quién soy yo?
Punta de conciencia
del gran universo,
sobre el cosmos mismo.
¿Cuál es mi destino?
Es reconocerle.
¿Reconocer qué?
Esta inmensidad;
ella desde ella,
el Ser desde el Ser.
La doble casa
Soy los montes azules,
amanecer y ocaso,
luminosos,
y las noches oscuras
tenebrosas,
que desvelan galaxias
asombrosas.
Mente pura del cosmos
para el cosmos.
Soy tierra de la tierra,
como el cuervo y la mosca,
animal ignorante,
sin saberlo.
¿En qué mansión vivir?
¿Ignorancia
o conciencia?
Fin de año
Año que pasa.
¡Qué poco queda
para el regreso!
¿Regreso?
Completo
donde ya estoy,
aunque lo olvido.
¿Gozo o es pena?
Pena, dormido.
Gozo, despierto.
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