Lo oscuro luminoso
“Eso” es una noticia
que me desborda en todo,
por ello es lo oscuro,
pero la noticia logra
que lo oscuro sea luz,
tanta luz que es oscuro,
luz oscura que me ciega,
lo sé y lo verifico
con un saber que no sabe,
pero que es la certeza
que elimina toda duda.
¡Una bendita noticia!
Nada engendra más temor
que lo oscuro cara a cara.
¡Mira la luz, no le temas!
El camino interior más allá de las formas religiosas
El camino interior más allá de las formas religiosas
Autor: Marià Corbí
1ª Edició: Barcelona, Del Bronce, 2001. 343 p.
2ª Edició: Madrid, Bubok 2015
ISBN 84-8453-039-6
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15 €
El camí interior condueix a la gran dimensió de l’existència humana: la que es viu quan s’ha silenciat la necessitat. És dons, el camí de la lucidesa i el silenci. La lucidesa i el silenci duen a la llibertat i la llibertat a l’admiració i a l’amor. (…). ¿Com dur a terme avui, adequadament, el camí interior? No s’haurà de prescindir de les antigues formes religioses? En aquesta obra Corbí ofereix claus per respondre a aquests interrogants, mostrant noves vies per a la realització d’aquesta autèntica i oblidada possibilitat humana.
Extracte:
FRONTISPICIO
¡Cuanto queda por conocer y sentir, y que tarde es!
Delante mío está desplegada una maravilla sin fin.
Se me ha ido la vida apartando los obstáculos a la visión que la cultura y la religión han ido acumulando.
Este viejo desbrozador ¿tendrá tiempo para ver y sentir algo de lo mucho que hay?
¿Es ya tarde para mí?
Dice Rûmî:
“Cuando el sol está conmigo, ¿qué es tarde?1
Una advertencia al lector:
Si titulo el libro “el camino interior más allá de las formas religiosas” y pretendo dirigirme a los hombres de una cultura que estructura su pensar y sentir sin dioses y, por tanto, lejos de las Iglesias, ¿por qué empiezo hablando del inadecuado planteamiento de las Iglesias? Al empezar de esta forma corro dos riesgos:
Primer riesgo: que los creyentes se ofenda, se escandalicen y abandonen airados la lectura.
Segundo riesgo: que los que están alejados de las Iglesias y las creencias se desinteresen con sólo leer el título del primer apartado, porque les pido presten atención a lo que están convencidos que no merece ninguna.
Sin embargo, a pesar de estos dos graves riesgos, que pueden enviar mi escrito al limbo de la tierra de nadie, tengo que empezar justificando por qué, al hablar del “camino interior” me veo forzado a alejarme de los patrones en los que, desde que tenemos memoria, se han planteado esas cuestiones. Desde hace más de 2.000 años el “camino interior” se ha cultivado en el seno de las religiones. Tengo que razonar por qué creo que los hombres del siglo XXI deben plantearse ese “camino interior” lejos de las formas religiosas.
1Rûmî, Djalâl-od-Dîn: Rubâi ‘Yat. París, Albin Michel 1987, pg. 16.