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L’estranya condició humana

 

Introducció al llibre de Marià Corbí “El sentir hondo de la vida. Principios de Epistemología axiológica 7”  Madrid: Ed. Bubok. 2021

 

Somos vivientes necesitados, como los demás animales nuestros hermanos, sin ninguna entidad añadida a esa condición.
Con estructuras y vísceras como ellos, con etapas de la vida como ellos.
Lo que condiciona nuestra existencia es básicamente lo mismo que a los restantes animales.
Día a día vivimos nuestra humilde condición animal.
Pero tenemos algo que nos diferencia de las restantes especies: nuestra condición de animales constituidos, como animales, por el habla.
Aunque el habla no nos rescata de nuestra condición animal.
Está tan al servicio de la sobrevivencia, como el rugido de los leones.
Hemos de comprender a fondo lo que somos, animales terrestres. Nada más.
Somos habitantes de un pequeño planeta, que gira en torno a un sol de barriada de nuestra gran galaxia, una galaxia de los trillones de galaxias que existen.
Animal frágil construido por la vida para vivir en la tierra, finito, perecedero, insignificante en la inmensidad de los mundos.

El habla animal tuvo un efecto inesperado, que cambió nuestro destino:

Nos dio acceso a una dimensión absoluta de la realidad (DA) de los mundos inmensos, además de la dimensión de esa misma inmensidad modelada a la medida de nuestras necesidades, como los restantes animales[1].

Ese es el gran salto de nuestra estirpe, sin dejar de ser una especie animal.
La dimensión absoluta (DA) de la realidad nos lleva a comprender que lo que realmente hay no es nuestra modelación, sino el misterio en los mundos anterior a nuestra modelación y soporte de nuestra modelación.
Esta doble dimensión de nuestro sentir: el que funciona como sistema de señales para nuestra sobrevivencia de animales necesitados, y el que tiene noticia del misterio de los mundos es un invento biológico ordenado a nuestra flexibilidad con relación a las respuestas a las variaciones del medio. Tenemos acceso a la DA no modelada, desde la que hacer pie para el cambio de modelación del medio, cuando sea necesario o conveniente.
Y eso es lo que nosotros somos: pobres animales cargados con la noticia de la dimensión absoluta de todo lo existente y de nosotros mismos. Noticia cierta, indudable en lo hondo de nuestro sentir animal.

Gracias a esa noticia comprendemos, por fin, que no somos nadie venido a este mundo sino formas breves del misterio de los mundos.
Con esta noticia comprendemos, también, que nuestra mente y nuestro sentir son la mente y el sentir de la inmensidad de los mundos sobre sí mismos.
El resultado de nuestra condición es que un frágil y perecedero animal terrestre se convierta en la lucidez y el corazón de los mundos inmensos.
Frágil animal que, por su condición lingüística, se convierte en el sentir y la luz de los mundos sobre sí mismos.
El animal humano no es una individualidad venida a este mundo, no es «otro» del misterio de los mundos. En su sentir hondo es el corazón y la lucidez de los mundos sobre sí mismos.
Noticia y sentir ciertos, pero con una certeza oscura y vacía de posibles categorizaciones.

Por sus errores, el animal humano se ha convertido en un cáncer para la tierra y para quienes la habitan. Es el corazón y la luz de los mundos, pero lo ignora creyéndose alguien venido a este mundo para dominarlo y usarlo sin restricciones.
Las inmensidades se sienten y se reconocen en el sentir hondo y en la mente de un animal terrestre.
¡Qué extraña es la condición del animal terrestre humano!
¡Qué infinitas posibilidades abre el habla a los animales terrestres humanos!

Este libro tiene una estructura especial: es una colección de reflexiones sobre la sociedad de conocimiento (SC) y sus consecuencias en todos los ámbitos de la vida de los individuos y de los colectivos. Todas las dimensiones humanas quedan afectadas y transformadas por esta sociedad.
En esta obra recojo reflexiones que he ido haciendo para comprender lo más adecuadamente posible, la naturaleza de las sociedades de conocimiento (SC).
He ido desgranando conceptos y concepciones que deberán transformarse en las SC, sobre todo las que tienen que ver con nuestra condición de vivientes necesitados sin añadidos fundamentados en creencias o supuestos filosófico intocables, y con la estructura de las nuevas organizaciones para que sean aptas para la innovación y cambio continuo y acelerado. He vuelto una y otra vez sobre lo que entendemos por dimensión absoluta de la realidad, (DA), el modo que tenemos de vivirla, su comportamiento respecto a nuestra interpretación y valoración relativa a nuestras necesidades. He reflexionado de nuevo sobre todo lo referente al cultivo de la dimensión absoluta de todo lo real y de nosotros mismos, el cultivo de la espiritualidad de nuestros mayores.
He procurado reunir estas reflexiones por temas, aunque estas agrupaciones no pueden ocultar que cada uno de los temas los he ido pensando independientemente. No puedo ocultar, ni quiero, que, en ocasiones, es una vuelta de nuevo a viejas reflexiones que, volviendo una y otra vez sobre ellas, van madurándose y profundizándose.
Con este volumen, ya serán siete los dedicados a concebir la SC su lógica interna y las modificaciones que va introduciendo en todos los campos de la vida humana.
Con estos años de reflexiones pretendo conjuntar coherentemente una visión, lo más completa y reflexionada posible, de la gran transformación que estamos sufriendo cada vez con mayor aceleración:

-de sociedades basadas en la sumisión y la coerción,
-a sociedades basadas en la innovación y creación continuada y en la voluntariedad;

-de sociedades que se proclamaban religiosas,
-a sociedades que deberán cultivar su dimensión de profundidad, la DA, sin creencias, sin religiones ni dioses.

Se trata de una grandísima transformación que hay que ir asimilando paso a paso, pero con la mayor celeridad posible, porque el crecimiento exponencial de las tecnociencias y sus consecuencias para la vida humana no esperará nuestra lentitud y nuestras indecisiones e intentos de vuelta atrás.

Mientras revisaba este libro, he empezado a estudiar los informes de Japón sobre la sociedad 5.0[2]. Ha sido una grata sorpresa, porque es una confirmación de que nuestras teorías no se movían en el vacío de una pura especulación.

Hemos sostenido que las SC en el crecimiento continuo y acelerado de las TC no podían continuar con el proyecto individualista y de explotación de la naturaleza y de los grupos humanos, porque terminaríamos, en un corto espacio de tiempo, en un daño grave e irreversible del medio, en el mayor exterminio de especies vivientes, en la inhabitabilidad del planeta, y en una polarización insostenible entre ricos y pobres.

Hemos sostenido que la utilización de las TC y sus consecuencias en nuevos productos y servicios en crecimiento continuo exponencial, debía transformarse de la explotación para el beneficio económico a corto plazo de unos pocos, a costa de los males que hemos enumerado, a revertir en beneficio de la calidad de vida del planeta y de todos los que lo habitan.

Los informes del Japón de la sociedad 5.0 coinciden con lo postulado por nosotros. Sin embargo, hay algunas diferencias. El Japón ha de hacer su proyecto en un contexto capitalista de explotación. No puede alejarse totalmente de la sociedad internacional; por ello tiene que hacer concesiones al planteo capitalista: basarse en el individualismo y no alejarse de lo más esencial del capitalismo que son las empresas que buscan su beneficio.

Japón no ha podido ser totalmente coherente con su propuesta, se ha tenido que quedar a medio camino en muchos asuntos.

El otro punto de divergencia es la atención solo implícita a la CH, imprescindible para la posibilidad de funcionamiento de las SC, y la completa ausencia de la consideración del papel que debería jugar la CHP en el funcionamiento universal de las SC.

Por último, también echamos en falta el estudio del equipo de saberes en interdependencia, la consideración de que las SC, con tal complejidad de ciencias y tecnologías en crecimiento exponencial, no puede ser concebida adecuadamente partiendo del individuo, sino que tendrá que partir de los equipos y equipos de equipos.

A pesar de estas diferencias, es una alegría poder conocer y estudiar estos informes de los proyectos de Japón. Son una confirmación a nuestros planteos y una gran esperanza.

[1] Este es el invento capital del habla: transferir el significado de las cosas al soporte acústico. La palabra será la unión del significado y el significante acústico, refiriéndose a las cosas.
Así se produce la distancia entre la interpretación/valoración de la cosa, que ahora reside en la forma acústica, y la cosa misma. Así los humanos tenemos un doble acceso al medio y a nosotros mismos.
El primero es el acceso al significado que tiene para nosotros, que es la interpretación/valoración de las cosas en relación a nosotros como vivientes necesitados, y el segundo es el acceso a las cosas mismas, independiente de su significado para el viviente necesitado que somos.
Por esta vía, las cosas tienen más dimensiones que el significado que les atribuimos y, por tanto, no se identifican con ese significado.
Tomado de nuestro libro La construcción de los proyectos axiológicos colectivos. Principios de epistemología axiológica. Madrid. Bubok.2013 pg. 23-24. https://www.bubok.es/libros/222613/La-construccion-de-los-proyectos-axiologicos-colectivos-Principios-de-epistemologia-Axiologica

[2] Governance Innovation. Redesigning Law and Architecture for Society 5.0. 13.07.2020. En: https://www.meti.go.jp/english/press/2020/0713_001.html

Governance Innovation (ver.2) A Guide to Designing and Implementing Agile Governance. 30.07.2021 En: https://www.meti.go.jp/english/press/2021/0730_001.html

 

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